EN TU HABITACIÓN



Aunque me nieguen tus ojos,
me falte tu boca,
me ignore tu voz,
siempre seré ese conjuro
que envuelve en su trama
la sábana impura
que cubre tu piel.

Podrás soñar otras noches,
vivir otras lunas,
mentirle a otro sol,
quizás ahogarte en las brumas
de besos fingidos
que imiten pasión,
mas no podrás
en tu mente
con esos tontos silencios
matar la armonía
de nuestra canción.

Puedes quitarme el “te espero”,
callar los “te quiero”,
robarme el “mi amor”,
pero en que aguas benditas
se quita el perfume
que impreso en tu cuerpo
mi piel te dejó.

Yo he de morirme en tus labios,
hundirme en tu escote,
negarme a tu adiós,
porque es renuncia el olvido
seré luz de espera
por toda ilusión
con mis pinceles de otoño
pintando murales
en tu habitación.