( Fuera consideraciones cuprolálicas, y dentro del más puro afán médico, pasamos a considerar la quinta enfermedad del ojo de esta serie; hoy en concreto una de las del ojo del culo.)

Otra dolencia es la dolencia almorránica o hemorroidea. También relacionada con los soles y el calor- como la de su homónimo de la cara en materia vista en el capítulo anterior- es la causa de mal humor más importante después de la de tomar café.
Los médicos tendrán sus teorías, pero uno sostiene que tal afección se contrae por la imposibilidad de dejar tal orificio limpio exclusivamente con papel. Resulta un incordio para quien lo padece y sólo remite con una cuidada y exhaustiva higiene en la referida zona.
Hasta tal punto es una dolencia desagradable que se ha dicho y señalado, en el tiempo, que feliz quien no las padece. Otra perspectiva sobre el asunto deriva del hecho de ir vestido y de la costumbre de sentarse durante largas horas, como por ejemplo las que contiene la jornada laboral. Y efectivamente, es de suponer que desnudo y erguido, la ventilación y la falta de presión sobre la zona, operarían la consecuencia de mandar el problema al olvido, pero, lamentablemente, las normas del decoro y los sistemas de producción modernos no están por tal labor.

Por lo que, en conclusión, podemos resumir diciendo que el problema en última instancia deriva del orificio de entrada y las necesidades de la alimentación, junto con la creencia de que realmente con un papel se procede a la asepsia definitiva de la zona- como quedó dicho.