Inicio / Cuenteros Locales / Exclusivof7 / Pantalla Antirreflejo
A Yelitza le dolía la cabeza y sentía molestias en los ojos. Es una jovencita que le gusta mucho investigar y por eso pasa buena parte de su tiempo en el laboratorio. Uno de los profesores le había indicado que usara cristales antirreflejo pero ella no contaba con los medios como para adquirirlos. Por esa razón había que colocar en el laboratorio lámparas con pantalla antirreflejo.
Excelente idea. Desde que se tomó la medida, no solo Yelitza sino más de un alumno e incluso el profesorado se sintió más comodo. Se había hecho una iversión muy cuantiosa para la salud. Ahora los amantes de la investigación salían más descansados el laboratorio, de la biblioteca y, también en los baños se habían puesto bulbos con filtros antirreflejo para mejorar el rendimiento físico e intelectual de todos.
Sólo un par de meses después la niña pidió encarecidamente al rector que probara la nueva fórmula que ella tenía para elaborar espejos que también actuaran como filtros visuales. Los profesores y estudiantes de física trabajaron con todas las ganas para elaborar lo que satisfaría al rector, a Yelitza y a otros. Todas la indicaciones de la señorita estaban presentes y el éxito fue total.
A Yelitza la recompensaron regalóndole un espejo grande que hizo ubicar en su cubículo. Ciera noche a Yelitza se le ocurrió decir que se quedaría a pasar la noche en su cubículo para empezar el siguiente día lo más temprno posible. Fue ahí cuando apareció un amigo muy enigmático, Erasmo, quien sería su asistente y por lo tanto fue a la puerto del cubículo a la hora convenida.
El caso es que la compañera Yelitza aun dormía y él todó el timbre. Escuchó la voz de ella con un bostezo diciéndole "entre quienquiera que sea". El paso con mucho cuidadito y, atemorizado salió y cerró la puerta. Aun siendo un hombre adulto y acostumbrado a ver chicas desnucas o semidesnudas no esperaba que Yelitza, a quien él consideraba un mujer de mucho respeto le expusiera su extraordinario y enajentante cuerpecito en ropa interior.
"¡Pasa pues, que tenemos que hablar!" Entró temblando y ella le dijo que se calmara que el trabajo consistía en que él tomara notas sobre si la fiugura que aparcía en el espejo se deformaba no. Él no sabía qué hacer hasta que ella le tocó el pantalón y le dijo: "aquí no va a pasar nada, ¿verdad?". Con esa aclaratoria ella estuvo modelando frente al espejo y tomando apuntos de lo que Erasmo decía. Ahí estuvieron hasta la hora del almuerzo cuando vino el rector a informarles que ya debían ir al comedor.
En el comedor el rector dijo "Yelitza tus notas quedaron perfectas, te felicito y para mañana me gustaría presenciar el experimento. Sí, el rector sabía que hubo sexo entre Yelitza y Erasmo. Así que ahora él también debía probar eso porque de lo contrario ambos sería despedidos cuando ya finalizaba el semestre. |
Texto agregado el 01-02-2018, y leído por 36
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