Sumergirse en el mar de la experiencia sin máscaras a prueba de ilusiones, tratando de alejar la indiferencia que surge junto con las decepciones. No sentir el temor de zambullirse con total libertad y decidido en la aventura audaz de descubrirse inmerso en un lugar desconocido. Andar con la confianza cristalina como el agua que marcha decidida por el río del tiempo hacia el futuro. Seguir pese a las dudas sin apuro buscando una esperanza en cada esquina para ofrecer sus frutos a la vida.
Texto agregado el 01-02-2018, y leído por 156 visitantes. (6 votos)