Cierro los ojos y veo profundidad,
quizás por eso es más fácil mantenerlos abiertos,
para ver superficialidad.
Y sí, la profundidad es un compromiso que duele y la supeficialidad un tibio deambular, ¿no hay dónde perderse no?.
Será por miedo que lo hago?,
porque me di por vencido?,
porque nunca fui capaz?,
por haber sido siempre un adornado soñador del montón?.
Por una de estas razones o alguna otra que olvidé enumerar, es quizás que me siento así, triste, nostálgico, abatido, pero sobre todo patético, sí, patético porque no hay nada peor que la auto-compasión, mediocre recurso para justificar la falta de coraje, falta de coraje para aceptar y superar los obstáculos que me pone la vida. Es muy fácil festejar cuando nos va bien, allí la vida nos sonríe, allí la vida es maravillosa, pero cuando nos va mal, entonces todo es una cagada. Qué poca coherencia!!!, después de todo la vida es una sola, es la misma.
Al menos soy conciente de mi mediocridad, Oj-Alá eso sirva de algo, que no sea solo otra excusa para justificar mi inercia, para creer que estoy "encaminado", que soy "mejor" que otros, cuando en realidad muero en proyectos mentales.
De buenas intenciones está tapizado el mundo, sin duda, pero así estamos señores, en la teoría somos todos buenísimos, pero cuando las papas queman nos tiembla la pera.
Se ve que no estoy en un buen día no???, pero bueno, también tengo derecho. |