El tiempo no existe.
Un instante se estira hacia el olvido
convirtiéndose en pasado
-o eso crees-
pero de repente alguien o algo
lo suelta
y regresa al instante presente
de un latigazo
que te golpea la nariz
o el pecho.
El tiempo no existe.
El ayer es hoy
como latido dormido
entre costillas,
tú sigues siendo la misma
(aún con nuevas heridas)
y el Amor, el bueno,
el sincero
y de verdad...
nunca se ha ido;
quizá tan solo
Se ha quedado dormido.
El tiempo no existe
y, de hacerlo, seria cíclico...
y eterno.
Texto agregado el 27-01-2018, y leído por 79
visitantes. (2 votos)