Nunca he sabido doblar la figura que hacen las olas al reventar. Si supiera, ya te habría hecho un océano con horizonte y barcos. Entre viento y mar, fundir la arena y dejar marcadas las huellas. Tu cara llena de salpicones de sal y yo corriendo contra la marea.
Texto agregado el 25-01-2018, y leído por 47 visitantes. (4 votos)