Poemas

Se me escapan de las manos
como las hojas de otoño
que prefieren desprenderse
de aquel que les dio la vida;
así mis versos se fugan
de mi mente a cada rato
porque reniegan quedarse
en la cárcel de mis sueños.
Yo los dejo que se vayan
y si regresan más tarde
me apuro por retenerlos,
mas como son suspicaces
se me escurren otra vez,
me hacen una zancadilla
y vagan casi desnudos
desprovistos de ornamentos
para que yo los adorne
con hojas y flores nuevas.
Mis versos van a quedarse
la próxima primavera.


Ausencia (A Yvette)

Si tus ojos no lo han visto
seguramente se ha ido
obnibulado en quimeras
y sueños escurridizos,
pero quizás reaparezca
por antiguos pasadizos,
y florezcan en tu puerta
flores blancas y amarillas
para engalanar un sueño
que regresa de puntillas.