Hoy murieron
y los enterré,
personas que cada buen tiempo vienen a mi mente,
los enterré y fue muy rápido, sin lamentaciones, recordando solo lo malo, cómo lo hicieron ellos en vida conmigo, miré al cielo, pedí perdón, lancé una maldición y escupí a la tierra *el peor acto de desprecio que puede tener el hombre*,
los enterré y si no lo hacía,
yo sería la protagonista de aquél funeral,
no podía volver a pasar,
cuándo pasó me sentí extraña,
me llamaron muchas veces,
y de tanto andar sin rumbo,
volví,
agradecí y ahora soy yo la que mira con pena a estos muertos,
ojalá y dónde quiera que estén en este preciso momento exista alguna divinidad que pueda perdonar todo lo que me hicieron y los malentendidos que hubieron,
seguía mirando la tierra,
y luego me aburrí y seguí mi camino.
escrito: 19-12-17
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