lo siento, le dije a mi corazón... no tengo mucho que decir... éste se acercó mas y mas hasta mostrarme un valle precioso, donde una vez fui un niño de cuatro años... lo recuerdas, me dijo... sonreí y pude sentir que había algo mas que decir...
en aquel tiempo, tendría no mas de cinco años cuando un perro me mordió la mano... no pude llorar por el dolor, tan solo miré al perro y este mostraba aun los dientes que clavó en mi mano derecha, dejándola ensangrentada... me senté y me puse a ver mi mano herida... esta lloraba sangre, pensaba... luego dejé de sangrar y cogí un poco de barro y me lo unté... esperé a que secara y salí a la calle...
nadie me hacía caso, todos seguían jugando en aquel parque lleno de niños y niñas hasta que mi madre se acercó hacia mí y me dijo que estaba cochino... me cogió el brazo y me lo lavó... y cuando terminó de lavarme se fue y me dijo que no jugara con barro... miré mi mano y las huellas de los dientes del perro y la herida habían desparecido... fui a buscar al perro y este estaba echado como quien toma un reposo... le tiré una piedra pero no se movió... estaba seco, es decir, muerto... alcé mis hombros y seguí mi camino...
por la noche me dio fiebre, pensé en el perro... mi madre me observó y me dijo que me iba a llevar a un médico... y cuando llegamos, tenía mas de 39 grados... de pronto el doctor miró mi mano y notó dos perforaciones de los dientes del perro... me preguntó por ello y le dije que eran del perro, y que este había muerto...
me llevaron de urgencia al hospital mas cercano y luego de batallar, salvaron mi vida... creo que uno debe de cuidarse de los perros, pues este era como mi hermano que no tuve jamás... le daba de comer y lo llevaba a pasear todos los días hasta que me mordió... uno debe de tener cuidado con las amistades, pueda que uno que otro tenga esa enfermedad y se vaya al otro lado, donde nadie sabe cómo despertar... y quien ha sufrido el daño pueda que se salve o no, pero lo importante es no olvidar y entender que somos niños y las amistades son como el perro quien fue un leal amigo hasta que me mordió... |