Gabriel:
Desde el momento en el que comencé a saber que existías dentro de mi, te hice un lugar en mi corazón que jamás podrá ser destruido, borrado o cambiado. Desde el primer momento, te esperé con todas las ganas, amor, inseguridad y recelos de una futura madre primeriza, que jamás había pensado siquirra en ser madre. Te esperé como esperan los brotes al verano para convertirse en frutos.
Te esperé durante todo el lluvioso y frío invierno, luchando contra todo lo malo, disfrutando todo lo bueno. Llegaste durante la primavera de noviembre y desde entonces siempre ha sido verano. Porque junto a ti, mi corazón jamás volvió a ser frío, y hasta el día más gris es hermoso.
El amor de madre, es un amor tan fuerte, que duele. Duele porque lo sientes como si el corazón te creciera y latiera más de lo que pudieras soportar.
Deseo para tu vida, que tengas el valor para ser y hacer lo que tú desees realmente en tu corazón. Que sepas reconocer algo que te apasione en cuanto lo veas. Que disfrutes siendo tú mismo y que las personas te amen así, tal cual. Y si tropiezas, que sepas levantarte. Y si te equivocas, que sepas perdonarte. Y que nunca en la vida olvides que te amo, por sobre todo.
Con amor, tu mamá. |