Para Joan (Hippie80), mi inspiración.
Te has vuelto alucinación en el sentimiento,
una llama que arde en mi pecho,
un lamento fiel y siniestro
cuando ante el dolor
nos hemos descubierto.
¡Nunca!
más no tendré el poder de olvidarte,
tu amor
me devolvió un tiempo esplendoroso
con fuentes cristalinas
que guardaban la fuerza ancestral
de los astros en reposo,
¡hasta en tus ojos
vislumbré a Dios como un ser más piadoso!
mientras que los aromas silvestres
perfumaron las fibras de la mente
como frutales en desarrollo.
¡Nunca!
más yo me siento incompleta,
como una paria,
como una pordiosera,
como una huérfana pagana
que ha forjado su espíritu
en la creación que lo alimenta.
Hemos profesado la comprensión,
de que no hay amor más verdadero
que el que nos ofrece la melodía
de dos almas que en la eternidad danzan,
dos luminosas luciérnagas
que a sí mismas se reflejan
en el nacimiento del alba.
Suena en la noche de estrellas,
Liszt con su Sueño de amor ,
Chopin en su Nocturne
y Beethoven, con su sonata Al chiaro di luna
precipitándote ¡tú!
en la proliferación creadora de esas pianolas,
en el Silence que aguardan las devotas religiosas.
¡Tú!, ojos de néctar,
rebelde y marginal
hemos deformado nuestros sufrimientos
en el devenir de la belleza como concepto,
como peregrinación espiritual del universo.
Contemplo la noche estrellada
como si me viera a mi misma,
inmersa en una pintura del holandés loco
¡el eterno Van Gogh!
pero la brisa estival me despeja
y araña la conciencia tu ausencia,
ésa que ha escarbado un hueco en mi corazón,
ultrajándome el frío del miedo,
el sudor de la desesperación,
el cosquilleo neutral de una lágrima
deslizándose al vacío interior;
¡y me vienes tú!
como carne en el pensamiento,
como un tembloroso déjà vu.
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