En las noches sombrías, tú amaneces detrás de mis recuerdos y me ofreces el sol ilusionado que despeja de a poco la nostalgia y una queja. En mis áridas tierras, tú floreces y entre gajos de calma restableces un sueño que se pierde en la madeja de mis culpas y cierta moraleja. Golondrinas azules me regalas que vuelan por mi piel y purifican los grises de un pasado ya lejano. Y mientras los anhelos se duplican contemplo con asombro de tu mano que el tiempo de vivir abre las alas.
Texto agregado el 08-01-2018, y leído por 149 visitantes. (6 votos)