Empecé el año con mal pie, o mejor dicho, con mala rodilla, pues me diagnosticaron una rara dolencia en la izquierda, que no tiene operación: una condropatía rotuliana que, para que se hagan una idea, me obligaba a coger taxis para distancias de 10 minutos.
A la par, tuve que operarme de una hiperqueratosis en cuerda vocal izquierda que me dejó sin voz un tiempo. Por fortuna, la biopsia descartó maliginidad.
Antes de saber yo los resultados, me encerré en la escritura como válvula de escape. Bien pensé que tenía los días contados pues el otorrino vio la necesidad de operar con urgencia.
Miedo me daba ser víctima de la Parca pero ,curiosamente, me dio por mandarle a una amiga parte de mis escritos a modo de testamento vital, quizá con el ánimo de que los sacara a la luz si así lo estimaba.
Nadie , salvo ustedes ,conoce nada de lo que escribo , y ella, que disfruta de lo que hago, porque es muy generosa.
Quise yo con este gesto burlar a la muerte y al olvido.
Estas tareas distrajeron mi forzada baja laboral.
Crazy y grilo me animaron en horas bajas.
Llegó el verano y mi salud acabó de apuntalarse. Mis amistades y la luz hicieron mucho por ello.
La primera mitad del año fue muy dura; pero los seis meses últimos en que la salud me ha acompañado he disfrutado de los beneficios de la buena vida, pues la vida puede ser muy puta.
Así que me reafirmé en mi creencia de que no hay mayor bien que la salud y la vida. Por ello, estimados amigos de la página, os deseo" salutem plurimam" en el 2018 y sucesivos.
Ah y gracias por estar ahí.
Sale el diecisiete
Ya muy viejecito.
Entra el dieciocho
tan lozanico.
Chin chin amigos
De la página azul.
Brindo por ustedes
Y por la salud. |