Poesía es evasión,
fuga y distancia,
laconico deseo, alas para volar lejos.
Pero la poesía siempre me atrapa,
me devuelve, me trae a mí
y no hay escapatoria posible.

No hay más musas
que las que veo en mi espejo.
No hay mas inspiraciones
que mi propio tamiz,
escurridizo filtro anonimo,
insconciente obediencia,
reflejo fiel y abstracto.

Como una voz dictada,
como una letanía adoptada
mi poesía me sublima
en sueño procaz,
visión utópica
o yerma balada
para preparar en redundante catarsis
mi autoretrato psicoanalizado.

Una imagen letrada
que dice más de mí
que yo mismo,
revela mis secretos
y suscita la autocompasión.

La poesía, mi poesía,
lejana en su proyección,
cercana en su exegesis.
es fuga de puertas cerradas.

La poesía siempre me atrapa,
me devuelve a mí
y en una traición consentida
aún se va con la música a otra parte.