SOÑAR.



Nos han dado el soñar a los humanos
para poseer,así sea en sueños,
y por algunos instantes ser dueños
de lo que nunca estará en nuestras manos.


Podremos en ellos alzar el vuelo
cual gráciles aves al firmamento;
admirando desde arriba un momento
las bellezas que hay bajo el alto cielo.


Poseer al fin la mujer amada,
beber de su cuerpo la dulce miel
que al entregarse rezuma su piel
y gozarla rendida y entregada.


Transformarnos de nuevo en unos niños
que hacen de los juegos una rutina;
convertir en cancha cualquier esquina
y ser el centro de amor y cariños.


Son nuestros sueños como un pasaporte
para recorrernos el mundo entero,
sin ser un esclavo o un prisionero
de lo real, que las alas nos corte.