huele el corazon quemado
huele
la risa del cuerpo angustiado
caminando
penetrando en las venas
de cristales anatomicos
poema anatomico
con dientes de niña excitada
y pulmones de hombre ahogado
ahogado
en el mismo licor de mis dias rotos,
quita los ojos del sillon del rey
y luego
recorre mis glandulas
suspirando
rabiando
gritando
excitando el piano de anestesia
excitando
las membranas nerviosas del libro de poemas,
ciudad
bajo las pantys de la niña de neon
saliva
gases sentimentales
lenguas en tu puerta
cosquillas
de noche desnudos con la lluvia
produciendo rubor
produciendo ese humor negro
que contamina las cañerias de mi sistema literario,
el angel
se lava los dientes
y se masturba.
Texto agregado el 22-09-2004, y leído por 224
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