No soy la mujer ideal.
No fue hace tanto tiempo que me di cuenta que no soy 'la mujer ideal', fue relativamente reciente que me he dado cuenta de esta realidad.
No soy sumisa, aunque sé obedecer órdenes.
Soy rebelde cuando existe una causa.
Soy contestona y no me callo cuando creo que el silencio puede ser peor que la respuesta; y sé guardar silencio cuando el otro habla con base.
No me gustan las injusticia y defiendo los derechos del otro; imagínense cuando se trata de defender mis propios derechos.
No me gusta que nadie me diga cómo vivir mi vida; no todo el mundo la quiere vivir de la misma manera.
Detesto que me digan cómo dejarme el cabello; es mi cabello, yo hago lo que se me antoje con èl, puedo cortarme a caco y créanme que no me dolería en lo absoluto, porque sè que el cabello crece, es vanidad.
Valoro mi paz mucho màs que a la comida (bueno, aunque la verdad es que yo con hambre no tengo paz).
Doy mi opiniòn sobre el tema que quiero y cuando quiero. No tengo miedo a expresarme.
Soy un alma libre.
Por esas razones y algunas otras más, no soy la mujer ideal. Sí, así mismo, no soy la mujer ideal para um hombre machista al extremo (un poquito de machismo, a veces, no està mal. Ojo: no soy feminista), un hombre controlador, que quiera una mujer para moldearla a su manera (no, así no, gente grande no cambia, solo mejora si desea hacerlo); un hombre que le gusta humillar a las mujeres, que no valore a una mujer; hombres que no sepan defender sus derechos y luchar por los suyos; hombres que no les importe nada en la vida.
NO, para ese tipo de hombres soy, y seguiré siendo la mujer de sus pesadillas.
Audry Raquel Gómez Garcìa |