Develada la documentación secreta sobre las recientes conversaciones entre una comitiva de visitantes extramundanos y los principales líderes de las naciones humanas, poco efecto tuvieron las declaraciones de algunas autoridades intermedias, cuestionando la veracidad de las fuentes.

Se sabe que por lo menos se gestionaron cinco reuniones de altísimo nivel hasta la fecha; siempre en la misma base militar norteamericana. Los temas tratados fueron la necesidad de divulgar datos (o seguir manteniendo desinformado) al público sobre la presencia de representantes externos, la posibilidad de incrementar los tratados secretos de comercio hasta la fecha mantenidos y la neutralidad absoluta exigida a los visitantes, con respecto a conflictos terráqueos.

De manera espontánea en cada país, surgieron movimientos claramente a favor de abrir las puertas a los visitantes, así como enfáticos rechazos y amenazas de guerra santa contra “ellos”; cada día la atención mundial crece al respecto y es difícil a estas horas, discernir fabulaciones de conspiraciones, amenazas y posturas positivas y optimistas.

Contrariamente a los que algunos predijeron por décadas, no se observa pánico generalizado; se nota más bien una postura de esperanza y curiosidad, aunque los numerosos fanáticos del rechazo y la xenofobia planetaria hacen su trabajo, no logran aún inocular su fanatismo y posturas radicales de atacar a lo desconocido.

El debate se centra en los productos que dicen estar dispuestos a adquirir en volúmenes gigantescos. Y es que no les interesa extraer Oro, Platino, Paladio o Iridio, tampoco tienen interés en Uranio, tierras raras o material radioactivo. No sienten ningún interés por productos cárnicos ni piscícolas, gemas ni agua. Ellos pueden pagar precisamente con cualquier elemento de la tabla periódica que se especifique, no se hacen problema en ofertar volúmenes sorprendentes de materiales de alta demanda en la tierra, simplemente por que poseen la tecnología para producir el elemento que necesiten, a partir de prácticamente cualquier fuente de energía electromagnética.

Ellos son muy claros en sus especificaciones, desean únicamente ciertos productos vegetales que dicen, se dan en muy pocos planetas de los universos que ellos visitan.

Desean adquirir en gran cantidad erytroxylum coca, cannabis indica y sativa, papaver somníferum, catha edulis, teobroma cacao, echinosis pachanoi, lophophora williamsii, banistheropsis caapi, coffea arábica, psylocybes y boswellia sacra, principalmente.

La naturaleza de los productos demandados es de gran polémica. Significaría un cambio de paradigma agrícola y cultural terráqueo. Se dice que los visitantes de hecho, a lo largo de las reuniones, no paran de inhalar, sorber y consumir todos los vegetales mencionados, con muestras de notable comodidad y éxtasis en muchos casos.

Al enterarse que las sociedades humanas consideran peligrosas y mantiene proscritas a las plantas deseadas por ellos, expresaron su plena voluntad de respetar las posturas gubernamentales, dado que su código de conducta les exige no interferir con especies inferiores, pero no les prohíbe comerciar con ellas.

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