En aquella casa había tanto desorden que parecía una emboscada. El asistente de Windows- un clip con ojazos- me miraba de soslayo como haciendo notar que lo que iba saliendo del caletre no tenía entidad suficiente para figurar en los escritos. Aquellos ojazos del asistente- aunque fuera un clip- resultaron de acompañamiento, y su cimbreo- hay que reconocer- resultaba interesante.
El reloj del frontispicio de la pantalla me gustaba porque se paraba de vez en cuando llevando una vida independiente, como si tuviera voluntad propia. Era un reloj de pulsera analógico que colgaba con tristeza de aquella pantalla. Creo que llevaba una vida anárquica porque lo había abandonado. Suele ocurrir que los objetos abandonados acudan a tales expedientes, y luego encima se lo andamos echando en cara. Pero uno, que es un excéntrico, le había cogido el juego. No lo llevaba en la muñeca, y no por haberlo sustituido por otro, y lo tenía ahí para quizá utilizarlo en un futuro cambiándole la maquinaria.
Entretanto el asistente pestañeaba y miraba oblicuamente con ojos garzos y cierto deje melancólico. Analizando minuciosamente se observaba sin embargo que sus movimientos constituían una serie continua. Dudaba, por otro lado, la frase con que empezar aquel escrito.
Había pensado: "hacía un sol en aquellos días que la gente huía como ratas". De haber tenido algo con que continuar, hubiera sido una buena frase de arranque. U otra: " los periódicos atrasados se amontonaban hasta el punto de amenazar ruina". Las dos frases se referían a hechos ciertos, pero uno lo que quería era contar algo que sólo estuviera en la imaginación del autor. Podría ser: "la imaginación del autor estaba llena de serrín", pero este rozaba el hiperrealismo y tampoco. Por fin decidí: " la incoherencia del mundo estaba terminando con los periódicos atrasados que hablaban de un sol de justicia que acababa por hacer serrín las testas de los a él expuestos". Y me gustó. También me gustó: "uno sólo aspiraba a respirar aire limpio y la exposición del buen sol.

Pero a ver cómo continuabas.