El primer día que el niño vió llegar a su casa al pastor con la Biblia bajo el brazo no le cayó bien. Es el pastor del templo al que asiste con su madre. Otra vez lo mismo: el pastor de visita en la casa. También, otra vez, el hombre dice al niño, hijo ve al templo y no preguntes ni respondas a nadie mientras yo aquí oro con tu madre. El Niño obediente sale de la casa.
En una ocasión en la que el niño acompañaba a la madre en algunas diligencias en la ciudad, ambos vieron como una pareja de perros copulaban en la vía pública. La madre mostró su desagrado y turbación del espectáculo, a la vista de su pequeño hijo. Éste, sin embargo, quiso tranquilizarla y le dijo: "es bueno madre, están orando"