HAY LÍMITES.



Ignoraba que el dolor
así de fuerte dolía;
ella en cambio sí sabía,
por eso su desamor.
Desoía mi clamor
gozando con sus desplantes
ofensivos e insultantes;
lo soporto porque la amo,
por eso no le reclamo
su proceder aberrante.


Pero...


Límites tiene el amor
y la paciencia se acaba,
lo que antes te perdonaba
me ha dejado mal sabor.
Hoy prefiero el sinsabor
que produce tu partida
y, el saberte resentida
por reclamarte lo justo;
mas se que no soy injusto,
y,si te vas,pues bien ida.