El hombre es hacedor de su tristeza, si observa solo aquello que lo ciega y a la luna con vehemencia niega por miedo a descubrirse en su belleza. No puede distinguir que en la simpleza de un inocente niño mientras juega existe el mundo entero que se entrega con sencillez, encanto y sutileza. Va por la vida preso de creencias y soledades viejas y gastadas cansado de morir todos los días. Con sueños e ilusiones maniatadas sin olvidar jamás a las ausencias destruye sin piedad sus alegrías.
Texto agregado el 18-12-2017, y leído por 139 visitantes. (7 votos)