Violencia, vuelve a mí, necesito apagar el fuego con fuego esta vez. Odiar si es necesario. Llenarme de oscuros sentimientos para caminar nuevamente la ruta hacia la luz del premio eterno.

Necesito de tu ira y tus vivencias, dame la fuerza de manera inmensa para alcanzar el objetivo real e ideal que se abre paso por la vida que nos rodea adversa y voraz.

Báñame esta vez y utiliza este cuerpo como herramienta para dar cuenta de la necesidad y la agilidad y así arremeter con la furia del que ya no puede levantar la mano.

Violencia, vuelve a mí.

Déjame sangrar bajo las balas.
Déjame saltar sobre las bombas y las cercas.
Déjame escribir en los muros del lamento de este Estado decadente que llama tu nombre a gritos desde la costa estéril de un pasado muerto. Violencia, violencia.

Déjame romper el rostro de mi enemigo una vez más.

Violencia, te recibo de lleno, con los brazos abiertos.

Vuelve a mí y usa mis palabras atentas.
Vuelve a mí, déjame quemar las calles y veredas desiertas.
Vuelve a mí y ayúdame a inundar las creencias.

Déjame destruir al maldito bajo tus propias leyes y ciencias.