Amanece y el abismo de la noche se evapora, un sueño se despierta contemplando la aurora. Divagan mis nostalgias que aún no saben de olvidos y entre recuerdos y duelos al mirarse al espejo añoran lo perdido. La claridad atrapa con sus luces y redes las sombras del pasado y yo me pierdo entre cuatro paredes. Un instante descubre lo esencial que perdura y el futuro prefiere perderse entre mil dudas. Niegan y mienten los sueños, y el día fracasa nuevamente. Se acercan las ausencias; otra noche sin luna y todo sigue igual de indiferente.
Texto agregado el 16-12-2017, y leído por 153 visitantes. (8 votos)