Estoy a la espera de convertirme en fama para empezar a usar mi nick primero pues yo tengo un nombre corriente pero tengo un perro fiel: Notario. Es mi cuarto apellido, al que tengo especial querencia. Me pareció un pseudónimo curioso por la labor notarial de dar fe de...
Curioso y equívoco en cuanto al sexo. Más de una vez me tomaron por ser masculino, hecho que me emparenta con todas las mujeres que alguna vez se disfrazaron de hombre en el terreno de las artes (eso siempre da prestigio ja, ja ).
Estrené este sobrenombre en el 2005, un año muy convulso en mi vida, que me condujo a encerrarme en la escritura compulsivamente.
Era un tiempo aquel en que todo me salía del revés, por lo que juzgué que era más conveniente solaparse bajo el disfraz de una máscara soñadora. Cuantas veces di la cara me la rompieron. Vi la necesidad de un búnker.
Fue una etapa de soledad muy fructífera , si bien hoy dudo de la calidad de muchas de esas criaturas que parí por la escritura. Da igual. Estaba apalabrada y las letras me ayudaron mucho. Eso me basta.
Pensaba yo, además, que Notario, mi otro yo, era menos torpe para la vida, lo que me hizo gozar de su compañía. A pesar de la tormenta, era ingeniosa y bienhumorada, un diablillo.
Por otra parte, quien coge la costumbre de hablar consigo mismo no se encuentra tan solo.Y yo, aunque rodeada de familia y amigos, me sentía sola entonces.
Se me dio por habitar en las nubes donde todo sale a pedir de boca, por lo que consideraba a Notario menos torpe. Estaba , además, la diletante exenta de las labores rutinarias como pasar la itv, con lo que se libraba del sonrojo de que el operario tenga que aclararle dónde se acciona para levantar el capó del coche o cómo se encienden las luces antiniebla.
Nadie fue tan leal a mí misma como Notario,a quien le gustaba hurgar en mis entretelas. Me acompañó en los peores momentos y eso es de agradecer. Me dio alas para volar y ver el mundo desde las alturas. Sí, Notario es una narcisista altanera; pero buena gente. Todos lo dicen: Notario es alegre y buena persona.
Es Notario, pues, un cronopio con doce años de antigüedad en la página. Al desvincularme de la página por un tiempo, olvidé la contraseña y entré como hipsipila, nombre por el que me conocéis todos.
Soy, por tanto, una casi recién nacida un tanto madurita, que quiere rescatar ese antiguo pseudónimo que tanto me identifica.
Tendré que ir matando para ello a hipsipila pues es muy cansino atender a tantos frentes.
Aprovecho la ocasión para agradecer el gesto de todos los cuenteros que me leyeron y me leen, en especial a todos los que a día de hoy ya juzgo como amigos virtuales de esta mi otra casa, una guarida donde reposo los huesos cuando me canso de cotidianeidad.
Un besote de agradecimiento a todos. Felices fiestas venideras y salutem plurimam para el tiempo venidero. |