Me recuesto en el sillón
escuchando la tonada
que alegró las mañanas de mi abuelo
y que entibia
este ambiente de congoja
El amor es como la naranja
que Héctor buscaba en el mar
Imagino mi mano revoloteando
dentro del agua
tocando de cuando en cuando
las flores de los naranjos
que se hundieron
después de que me repartiste el pensamiento
Sobre el amor prefiero no especular;
quiero seguir pensando
que el amor es puro y sincero
que las caricias que vienen son únicas
que los corazones latiendo
muestran que
nos damos por entero
Tirado en el sillón
miro a la ventana y pienso:
Cada vez que escuche los pájaros
cantar por la mañana
me acordaré de ti
volando por encima del mar
Texto agregado el 14-12-2017, y leído por 80
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