Inicio / Cuenteros Locales / chipi / Ridículo cotidiano ridículo  (la política de la verdad no es la verdad de los políticos)
	
		Cuando lo ridículo se vuelve cotidiano 
y nos debemos convencer de que es así 
porque es así y no hay discusión. 
 
Cuando nuestra cara de asombro 
ya no nos asombra más 
y la abnegación es una falta de decoro, 
aceptamos o inaceptable con serenidad 
si aún nos resta algo de lucidez. 
 
Cuando la anestesia se ha instalado, 
el sueño dogmático es ya una quimera 
y el deseo estañado ya no mueve más montañas.  
 
Cuando hemos entregado al tiempo nuestro destino, 
aunados tiempo y destino 
solo nos queda esperar en este cine mudo 
que nuestra apatía se disfrace de inocencia. 
 
Cuando los pasillos de un shopping 
enmascaran nuestro compromiso 
en clandestina tesitura, 
desesperada espera, desesperada voz. 
 
Cuando la ficha ya no se mueve más, 
el juego paró en aletargado delirio  
que solaza el astio en defensa y refugio. 
 
Cuando no hay nada que sentir, 
nada que hacer, nada que añadir 
nos pasamos la vida en un sofá. 
Un reloj de brazos abiertos 
que siempre marca las dos menos diez. 
resta imposible de nuestro deseo, 
anhelo e incertidumbre, ausencia que nos ahoga. 
 
Cuando lo que dicen los citados 
es una advertencia a nuestra falta de fe, 
nuestro cotidiano ridículo Es lo que resta 
sin percibir que realmente es lo que sobra.  
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Texto agregado el 14-12-2017, y leído por 171 
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