Pienso en el grito que se resiste
A convivir con los pueblos
Que andan de rodillas
En el grito que se confunde con el llanto
Que dejamos los que fuimos niños
Y se exiliaron en secreto
Esperando que en alguna parte
Desnuda y sola
Nos espere una palabra de aliento
Pienso en el grito que engendró a las hordas
Que abrieron las puertas del insomnio
El que se multiplicó en los muros del encierro.
Pienso en el grito que irradió la luz crepuscular
A los hombres sacrificados
Y los hizo eternos
Pienso en el grito del ausente
Despojado de su patria y de su sangre
Del combatiente en la batalla
El grito que desgarra sin ruido el olvido
El que nutre la rabia en una imagen.
En el grito que se lleva las palabras
Y sus antologías.
Pienso en el grito en el fondo de una grieta
Que es más intensa que el dolor
Cuando no nos lleva a ninguna parte
Pienso en el grito que no traiciona
Y no revela la palabra del desconocido
En el grito a orillas del río
El grito de sus aguas que se trasladan en murmullos
hablando con Ximena en las entrañas del viento
El grito hundido en la tierra
El del rayo que engendra la piedra de los sexos
Pienso en el grito de las madres engendrando a la vida
Y del vástago enviado al sufrimiento.
Hoy pienso en los gritos de espanto
Que son mi propio grito.
Texto agregado el 11-12-2017, y leído por 54
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Lectores Opinan
11-12-2017
Hermosa abstracción. Pero ves gritos en imágenes donde yo no soy capaz de ver o tu no fuiste capaz de trasmitir. 4* Nazareo_Mellado
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