Cuanta poesía podría arrancar
de un solo resquicio de tus labios silenciosos;
Como habitan tus manos sobre mi piel
hablándome con el idioma de las ternuras;
Exploro la negrura de tus ojos
en busca de la luz que te predomina
para rodear de alas blancas
la oscuridad, que a mi me debilita.
Cuantas notas de voz silente
aparecen y reaparecen
desde la envoltura de tu pelo enmarañado
entre mis sienes.
Sabes tú como interpretar las maniobras
que nuestros cuerpos se musitan
en el silencio aquel,
solo destinado al amor más reservado
y parco de palabras.
Texto agregado el 07-12-2017, y leído por 168
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