Al mar le digo: no es necesario
tantos lamentos
ni bajezas en mi espalda serena
ni mucho menos en mis zapatos
ni en mi pecho
o por si fuera poco
dentro de mis ojos.
No hay viento
ni tanta sombra
ni vacio en el estómago
que no haga larga a la noche
a mis pensamientos
a mis rebeldias.
Es noche,
pero noche con luna
con melancolias
con brisas sin sal
con sorbos frios de café.
Como cuando extragulo al poema,
con las lagrimas de ella.
sin versos ni melodias
Vida, qué haces vida?
que no sabes a nada.
Texto agregado el 30-11-2017, y leído por 194
visitantes. (3 votos)
Lectores Opinan
04-12-2017
Me recordó la canción Kumbalá de La maldita vecindad. Muy buen trabajo. Saludos desde Iquique Chile vejete_rockero-48
01-12-2017
Tu poema me sabe al mar calmo, con un suave vaivén... hermoso!
UN abrazo dulce. gsap
01-12-2017
Muy sutil; delicado. Paula MariaVg
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