Miro en su boca dibujados con mágicos pinceles de fantasía trazos de colores ideados en versos de celestial poesía. Fueron sus labios el lienzo donde angelical artista plasmó con el talento más intenso sonrisa que solo en sueños imaginó. Sonrisa que como una luna en fantástica noche estrellada brinda sin condición alguna su resplandor de mujer amada. Así de maravillosa fue su pintura que al querer su gracia emular perdió su razón en la locura de no poder aquello alcanzar. Y cómo podría haber igualado esa pintura de inspiración fugaz que solo sintió en su mirada ¡solo suya, y de nadie más!
Texto agregado el 30-11-2017, y leído por 25 visitantes. (5 votos)