La noche del 21 de diciembre de 1820 José Bernardo Torre Tagle apresa a los jefes españoles del ejército realista, al día siguiente persigue al general Toira, desde ese momento la tropa y el gobierno revolucionario quedaban bajo el mando de Torre Tagle; el 24 de diciembre de 1820 Torre Tagle quien era el jefe de facto convoca a una junta de notables, la que acuerda proclamar publica y solemnemente la independencia el día 29 de diciembre, teniendo en cuenta que Trujillo era la capital de la intendencia, el cabildo abierto ese 24 de diciembre fue en el Perú, lo que la junta de vecinos notables o cabildo abierto de Buenos Aires el 14 de agosto de 1806; el 27 de diciembre de 1820 se ejecuta el apresamiento del obispo Carrión y Marfil, principal opositor a la causa patriótica, el capitán Zufrategui se trasladó con su escolta a la hacienda Troche y a las dos de la mañana apreso al obispo, al que condujo hasta el puerto de Huanchaco para ser embarcado en la goleta “constancia” que estaba al ancla en dicho puerto, para controlarlo mejor nombro al alférez Silvestre de la Cuadra comandante militar de ese lugar, se le ordeno disolver el piquete del Numancia que se encontraba en dicho puerto a órdenes del subteniente Juan Palacios y así facilitar el desembarco de los soldados enviados por don José de San Martin, todo lo que el alférez Cuadra cumplió con éxito.
El 29 de diciembre de 1820 el pueblo, presente en la magna asamblea popular se reúne en la plaza mayor de Trujillo, las fuerzas de las tres armas al mando de jefes patriotas formaron desde las 2 de la tarde frente a la casa consistorial, en la que estaba reunido el ayuntamiento presidido por don Juan Manuel Cavero Muñoz, marques de Bellavista, el alcalde ordinario de primer voto don Manuel José de Castro, el de segundo voto Manuel Vicente de la Vega Solís, don Tiburcio de Urquiaga y Aguirre, don Juan Alejos Martínez de Pinillos, don Fermín de Matos, don José de la Puente y Arce, don Miguel Tinoco y Merino, el juez privativo de aguas Bautista Luna Victoria y el síndico procurador José Antonio de la Quintana, por especial acuerdo el gobierno revolucionario determino que la proclamación se haga sin el menor agravio al Rey y a la bandera de España, cuyo emblema se dispuso permaneciese al tope en el asta del cabildo, debiendo ser arriada y recogida respetuosamente después del acto de proclamación, el marqués de Bellavista le dio la presidencia a Torre Tagle, abierta la sesión pronuncio el intendente un breve discurso, manifestando el objeto de la reunión y se leyó parte de la correspondencia del general San Martin, que ofrecía la protección del ejército, por unanimidad el cabildo y la numerosa concurrencia pidieron se proclamase y jurase la independencia, todo se sentó en la respectiva acta firmando Torre Tagle y después los miembros del cabildo.
Torre Tagle expuso que hasta ese momento era la autoridad, más se desprendía de ella poniéndola en manos del pueblo para que nombrase al que tuviese por conveniente, el cabildo y toda la concurrencia todo cuanto notable tenia Trujillo, no admitieron la renuncia y por el contrario invitaron y suplicaron que continuase en el gobierno a nombre de la patria, el acta fue autorizada por el escribano publico don Victoriano Ayllon; terminada la sesión en la sala de la municipalidad salió Torre Tagle con el cabildo a la galería, vestía gran uniforme de mariscal de campo, en la mano llevaba un pequeño estandarte, saludo a la multitud y la atención fue contestada con estrepitosas vivas y aplausos, poco después se hizo señas para que se guardase silencio y dijo:
Pongo bajo la protección del cielo y levantando la voz cuanto pudo, batiendo el pabellón nacional grito “viva la patria” “viva la independencia”
El pueblo saludo con el mayor entusiasmo, en el acto fue arriada la bandera española que hasta ese momento flameaba en la casa consistorial, se elevó en su lugar el pabellón nacional hecho por doña Micaela Cañete de Merino, la esposa de don José Clemente Merino, enseguida una salva real de artillería saludo a la patria y al nuevo pabellón del Perú independiente, en todas las torres de las trece iglesias se dio un repique general, fue un día de los más grandes y solemnes pues era el acto más augusto de la soberanía del pueblo.
Salieron los emisarios designados por Torre Tagle a todos y cada uno de los partidos de la intendencia de Trujillo, conduciendo pliegos e instrucciones, oficios y cartas del marques gobernador político, para los alcaldes y personas notables, a fin de que cada pueblo conforme a las instrucciones impartidas, procediese a proclamar la libertad, secundando la proclamación de la capital de la intendencia, Luis Ugarte salió para Piura, don Domingo Casanova fue hacia Huamachuco y el sacerdote Hualgayoquino José María Monzón fue hacia Cajamarca.
Cuenta el doctor Rebaza que Domingo Casanova le conto que la misión que se le encomendó y el contenido de los pliegos e instrucciones, fueron dirigidas a los alcaldes de primera nominación de cada capital de provincia, con la prevención que solamente se abriesen los pliegos cuando se encontrasen reunidos todos los miembros del cabildo, el señor párroco y cuando menos 12 personas notables del lugar, de todo lo cual se debería dejar expresa constancia en el acta respectiva, anota que dentro de la primera cubierta se hallaba otra dirigida al mismo alcalde en cuyo sobre se leía “viva la patria” y dentro iba el oficio de torre Tagle informando que Trujillo en forma entusiasta y solemne había proclamado la independencia, hacia un relato minucioso del acontecimiento y exhortaba a que cada pueblo de cada capital de provincia hiciese lo mismo, al recibir los pliegos procedieron a cumplir las instrucciones así Lambayeque lo hizo el 31 de diciembre de 1820, Piura el 4 de enero de 1821, en febrero Huamachuco, Chota, Pataz, Chachapoyas, Tumbes.
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