A UNA ROSA. No a todos nos es dado conocer la belleza y perfume de una rosa, que ignora por completo que es hermosa pues su modestia no la deja ver. Esbelta cual nuestra palma de cera, con esa fina y clásica figura. sonora risa cristalina y pura no concibo nadie que no la quiera. En las riberas del rio Magdalena vio la luz primera esta bella opita, en una cálida tierra que invita a amar,a gozar y a la vida buena. Con ese nombre de flor tan hermosa y su esbelta figura de palmera, cualquiera sin dudar la vida diera, para ser su dueño divina rosa.
Texto agregado el 26-11-2017, y leído por 112 visitantes. (7 votos)