A MI AMADA.
Amada , desde el instante que allanaste mi soledad
Al pie de la fuente donde concordamos como extraños
Te compartí mi sed fulgurante
Y te llame desde mi trinchera solitaria.
Una tarde, desafiando a los vientos rastreros,
Llegaste a habitar este rincón de mi alma
Trayendo tu sonrisa, tu canto y el resplandor de tu mirada;
Yo te ofrendé mi llamarada
En la dimensión de las batallas cotidianas
Y corrimos como dos ríos en un mismo cauce
Llevando consigo a la primavera
Ardiendo en tus entrañas.
Nació la flor, la espiga y se llamó Ximena,
Encendiendo nuevamente mis cenizas.
Ha pasado el tiempo
El atavismo quedó atrás hecho polvo
Y de esos procaces días
Solo quedan tu y yo.
En esta noche inmensa,
En que la luna espía por la ventana
Y las estrellas se cuelgan como manojos de luces navideñas
Te pido que te acerques a mis brazos
Que abraces mi poesía
Con las raíces del sol
Acompáñame en ésta balada
Que nuestros pasos dejen huellas
En el camino al horizonte
Ofrendemos nuestro amor infinito
Que no tiene edad ni tiempo
.