Nuestro secreto parte 19

“sexo en la playa”
Después de cenar se fueron a caminar por la playa. Elsa no sabía cómo decirle, nunca se lo había pedido a alguien.
-¿te pasa algo? – preguntó Zaira
-¿a mí? – respondió pensando en lo que se avecinada
-claro. De la nada cambiaste. ¿Qué tienes? El paisaje es hermoso, la playa para nosotras solas
-es que no sé cómo decirte.
-¿decirme que?
-tu sabes que soy muy tradicional y que me ha costado un poco aceptar mi homosexualidad y aceptar que me acosté con un hombre mucho menor que yo, que mi ex esposo corrupto será presidente de éste país y que mi hijo está en una clínica de rehabilitación y que mi trabajo ya no es el mismo y que tengo una mujer maravillosa a mi lado – le dijo tomando aire después de hacer un repaso de los últimos sucesos en su vida.
-a que viene to…
-¿quieres ser mi novia? – preguntó Elsa en un arrebato.
-eres la única que me ha dicho esto. Creo que tengo enfrente de mí a una mujer maravillosa
Y sin más, las dos se fueron a la habitación de Zaira y pasaron la noche. Disfrutaron de la noche en la habitación emergidas en una caliente pasión. Elsa con miedo accedía a las caricias de una mujer que ya tenía experiencia en tocar cuerpos femeninos. Zaira buscaba los suaves labios de Elsa quien tocaba con sus manos los delicados pechos de Zaira. Excitadas las dos disfrutaban de carias y palabras de amor.
En ese mismo lugar Ismael nervioso trataba de quedar bien con África
-hay una plaza por aquí ¿quiere ir? Perdón ¿quieres ir? – pregunta Ismael.
-si por supuesto – responde África.
Visitaron todas las tiendas de la plaza, la pasaron muy bien.
-creo que ha sido el mejor día. He tenido mucho trabajo. – África.
-la pasa bien conmigo.
-la paso bien contigo. – le dijo África e Ismael le dio un beso improvisado. África respondió a ese gesto tan atrevido.
-perdón el atrevimiento – dijo Ismael.
-¡¡¡¡no!!!! Para nada. – dijo África.
-¡¡yo estoy viejo para esto!!
-al contrario creo que tú eres joven ¡¡somos jóvenes!!
Fueron al hotel pero no pudieron entrar a la habitación donde estaba Ismael con su hija.
-creo que está cerrado – dijo África
-¿Zaira? ¡Hija! – exclamó Ismael. En la puerta estaba un letrero que decía “favor de no molestar” los dos entendieron y decidieron hacer lo mismo.
Era muy temprano y Eddy ya había desayunado. Le tocaba terapia con la psiquiatra quien lo estaba ayudando con su problema. Al salir de su terapia se encontró con Mauro
-Tenia días que no te veía – dijo Eddy – ¿te pasa algo?
-mi mamá falleció – respondió Mauro
-lo siento mucho – le dijo Eddy y le dio un abrazo
-gracias bro. Me avisaron que murió en un accidente de carretera.
-lo siento. ¿A dónde vas?
-a caminar. Necesito asimilarlo.
Eddy fue a la tienda a comprar unas hojas estaba preparando el regalo de su madre, pronto cumpliría 50 años.
Continuara…