Dionisio Papin descubre la fuerza expansiva del vapor y concibe la idea de convertirla en causa motora, su espíritu empieza a profundizar ese principio, pero se ve frenado porque el Rey Luis XIV dicta la revocación del edicto de Nantes, que prohíbe a los protestantes franceses la libertad de su fe y de su culto, miles de ellos prefieren expatriarse antes que humillar su conciencia.
Dionisio Papin figura en ese número y se dirige hacia Alemania, lleno de indecible confianza en su descubrimiento, la primera máquina de vapor con pistón, en 1690 con sus últimos recursos construye un buque de vapor, para su demostración es lanzado en el río Weser, entonces sucede lo impensado la corporación de los marineros de ese río, asustados creyendo que perderían sus puestos de trabajo, se arrojan frenéticos de ignorancia y estupidez sobre el barco, haciéndolo pedazos, Dionisio Papin arruinado y sumido en incurable tristeza, al ver su obra destruida se marcha hacia Inglaterra y muere en la soledad y la pobreza.
En 1705 la maquina es perfeccionada por Newcomen, en 1736 Jaime Watt quien era mecánico de la universidad de Glasgow, tuvo la idea de construir una maquina en la que el vapor actuase alternativamente sobre ambas caras del embolo, así fueron pasando los tiempos poco más de cien años desde que Papin tuviera la idea, en 1807 surge en el espíritu de Robert Fulton la idea destruida por los barbaros del río Weser.
El norteamericano Robert Fulton viendo el triunfo de la revolución Francesa corre a París, como la nación de la generosidad y de las luces, Napoleón Bonaparte es el primer cónsul a quien le ofrece su descubrimiento, pero a Napoleón solo le interesa la guerra y vuelve la espalda al genio, Fulton vuelve a América y a fuerza de ánimo y de tiempo, logra construir un barco y lo lanza sobre el río Hudson, el primer barco mediante la máquina de vapor, allí está reunida y mirando la multitud, todos se burlan de el que se propone ir de Nueva York a Albany, pero cuando el barco se pone en marcha el genio triunfa y resuenan las aclamaciones, sin embargo al volver de Albany, solo un hombre se atrevió a embarcarse con Fulton, pagándole por el pasaje seis dólares que aquel le pidió, al recibir ese dinero nuestro inventor lo miro lloroso y exclamo, este es el primer dinero que me valen mis trabajos y sufrimientos.
Los barcos de vapor se deslizaron sobre el agua y recorrieron el mundo y pusieron en comunicación a las naciones, fue una de las más poderosas y eficaces fuerzas que conquisto la humanidad, el sueño de estos dos grandes hombres se realizó.
Una nave es también la vida
Que en el rápido correr
Lleva a proa al que espera en el mañana
Y a popa lleva la memoria anciana
Que vive del ayer.
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