Tanto que contar y callados nos fuimos, impávidos llenos de sombras y de derrotas.
Lejos de la verdad, lejos del afecto, lejos de toda claridad y civilización. Nos distanciamos como planetas en un sistema diferente, hecho a mano y a pensamientos silvestres. Como si la misma naturaleza nos abrazara los pies y nos lanzara en direcciones opuestas.
Cuánto sabe esa sabia naturaleza.
Aterricé y me quebré los olvidados huesos.
Postrado me encandilé por mi cercanía al sol.
Inmóvil tragué la sangrienta saliva.
Abandonado decidí convertir el dolor.
El bosque es hermoso cuando se observa desde dentro.
Texto agregado el 11-11-2017, y leído por 60
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Lectores Opinan
11-11-2017
Buena imgen, atmosfera inquietante. Para pensarlo. Buen texto. Avespaciano
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