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ELATO:
>

PROLOGO:

Corría tiempos de la postguerra por aquel entonces Alba y Celia
volvieron a encontrarse.
Alba y Celia amigas desde la infancia crecieron juntas como hermanas.
Sus familias murieron y solo se tenían la una a la otra.
Pasò el tiempo ambas tuvieron que separarse y sus vidas
tomaron caminos diferentes.
Alba se se hizo colaboradora de causas humanitarias
y Celia profesora de preescolar.
Las dos mantenían el contacto a distancia por Internet.
Todo comenzò aquel día cuando llamaron a la puerta.

1º- PARTE;


Celia abrió la puerta el cartero traía
una carta certificada.

CELIA; ¡¡Hola!!

Cartero; ¡¡Buenos días Celia!!

Se cerró la puerta; Con el alma en vilo Celia
abrió la carta y empezó a leer...

La carta comunicaba el fallecimiento de Alba.
Repatriarían el cuerpo de su amiga y hermana desde Ecuador.
Donde trabajaba con la ONG " Mundos sin Fronteras".
El impacto de la noticia la tuvo con depresión varias semanas.
Acudiendo a un psicólogo para poder llevar la tragedia.
Recibió el ataúd de su amiga pero no tuvo cuerpo para
verla muerta. Prefería recordarla viva y alegre como ella era.
El certificado Forense decía que la muerte de Alba fue paro cardiaco.
Celia recordaba que Alba siempre tuvo un corazón delicado.

Ring, ring,.... el tlf, sonaba sin parar.

CELIA;
Si... Digame?

Contestan al otro lado del hilo
telefónico;

Si... señorita Celia?
Soy el Notario....
Tengo que leer el testamento de su amiga.
Cuando podría pasarme por su casa?.

CELIA;
¡¡Cuando usted quiera!!.

El testamento de Alba dejaba a Celia una casa
en un pueblo olvidado, una cofre, una llave, y unas
tierras de varias hectáreas.

2º- CAPITULO;

>

Después de un viaje agotador Celia llegó a la casa heredada.
Estaba en buenas condiciones Alba nunca le habló de aquella casa.
Dentro buscó el cofre solo tenia la llave que el Notario le entregó.
Después de buscar durante varios días sin éxito recordó la canción
que su amiga cantaba cuando jugaban al escondite...

Busca busca
en el cielo
y en el infierno.
Si no encuentras
lo que buscas.
ponte boca abajo
y comienza de nuevo.


Celia hizo lo que hacia cuando eran niñas y se puso
boca abajo haciendo el pino.
Y en un principio no veía nada hasta que se fijó en un saliente
bajo la escalera de nuevo se incorporó.
Y tiró del saliente se abrió una pequeña puerta secreta.
donde se encontraba tapada con un lienzo de seda amarilla
un cofre realmente bonito.
Con incrustaciones de nácar, pan de oro y, un brillo casi
cegador que salia de la superficie pulida de aquella madera.
Tan clara casi transparente tanto que en un principio parecía
de cristal.

CELIA;
¿Y esto que es....?
¡¡Que bonito cofre!!

Celia nerviosa apenas atinaba a meter la llave en la cerradura.
El cofre tenia un libro con una escritura rara (símbolos) con algunos
pasajes traducidos, párrafos subrayados, en un idioma que no conocía.
A parte había unas notas sueltas en español donde se hablaba de la
leyenda del cofre y de no abrir aquella caja.
De mantenerlo guardado en su sitio, no vender nunca aquella
casa, y olvidarse de aquel cofre.
En caso de que en alguna ocasión se viera obligada a venderla
o quisiera deshacerse de ella.
La carta tenia la dirección de un lugar para buscar al Mediador.
El sabría que hacer con aquel cofre y aquella casa.

3º CAPITULO:
>

Celia no pudo evitar llevarse el cofre... ¡¡Era tan bonito!!.
Quería tener algo de su amiga cerca de ella.
Era como tener un poco de Alba no pudo resistirse
a pesar de la advertencia de aquellas notas sueltas.
Celia no se quitaba de la cabeza el mensaje del cofre.
Todo aquello era tan misterioso y enigmático.
La vuelta a casa de Celia fue rara sentía que algo
o alguien la observaba.

Aquella noche Celia se levantó a beber agua.
Una sombra le atravesó y rompió su paso.

CELIA;
¿ Quien anda ahí?

¡¡Demòstones eres tú?

Quien anda ahí?


Celia no sabia que pensar fue directa
a la cocina y después volvió a su cama.
Al día siguiente buscó a Demóstenes era su gato.
la noche anterior se cruzó en su camino dándole
un buen susto.

CELIA;
¡¡Este gato travieso...!!
Donde se habrá metido...?

Celia no encontró a su gato hasta pasado
varios días, eso, era algo muy común en su gato.
De vez en cuando Demóstenes se iba de cortejo.

4º- CAPITULO



Aquel suceso se produjo varias veces.
Aquella sombra cortaba el paso de Celia.
Y Celia siempre culpaba a Demóstenes.

CELIA;
Caray que ha sido eso...?
¡¡ Demóstenes!!
Tiene que ser mi gato...
Quien sino...?


En una de esas ocasiones la sombra se detuvo
y Celia vio como aquella extraña presencia alargaba.
su espectro deslizándose por las paredes.
Se quedó paralizaba aquella figura sin forma
se movía como si buscara una salida como
si aquéllas paredes la tuvieran prisionera.
Celia no sabia que hacer retrocedió sobre si misma
no podía dar crédito...
¡¡ Qué era aquello!!
Empezó a gritar sin poder controlarse.
La sombra desapareció desvaneciéndose
Celia encendió todas las luces miro
por todos los sitios aquella cosa había desaparecido.

Pasaron los meses, y aunque Celia no volvió a ver aquella
sombra la presencia de algo ò alguien la sentía cercana.

5º- CAPITULO


Celia tenia pesadillas que no la dejaban dormir.
Durante el día descansaba y dormía pero al llegar la noche.
Algo la turbaba la hacia despertarse y notaba que algo
crecía en ella, algo, que no podía controlar.
Aquella noche Celia se fue a dormir pero estaba nerviosa,
inquieta, y entre sombras se levantó.
Fue al salón buscaba por las paredes aquel ser.
Quería verlo saber que era, porqué no la dejaba
tranquila que quería de ella...?

CELIA;
Donde estas...?
Qué quieres de mi...?
Porqué no me dejas en paz...?


Desde fuera, en la calle, la luz débil de una farola.
Traspasaba los visillos de aquel amplio ventanal.
Y ella buscaba ver desde la penumbra hacia la negrura
de aquel salón aquella cosa, aquel ser, lo que fuera.

CELIA:
Creo que me estoy obsesionando.
Tengo que tranquilizarme.
Todo tiene que tener una explicaciòn.

De camino hacia la cama encendió la luz.
Y al apagar de nuevo la luz sintió que algo la tocaba.
Volvió a encender la luz y se vio tumbada en el suelo.
Algo la arrastraba hacia la habitación.
Empezó a gritar a golpear el suelo se agarró
al quicio de la puerta y al golpear la pared dio
de nuevo al interruptor que la devolvió a la
oscuridad pero ya, la sombra, se había ido.

6º- CAPITULO




Celia decidió poner fin a los sucesos extraños.
Y leyendo las notas sueltas de aquella caja pensó
que debía devolver el cofre al sitio de donde lo cogiò.
Y se puso en contacto con el "Mediador".
Fue ardua la tarea pues el "Mediador" era escurridizo
y difícil de encontrar.
Con lo que la búsqueda del "Mediador" fue farragosa

CELIA;
Buenas es usted el "Mediador"... ?

MEDIADOR;
Quién pregunta por mi...?

CELIA;
¡¡Hola!! Me llamo Celia.

Celia le enseño las notas de su amiga.
El Mediador la recibió de espaldas y al darse la vuelta.
Lo vio por primera vez era una mujer.
Pero su voz era fuerte, varonil, de espaldas hubiera
jurado que era un hombre.
La invitó a sentarse en la mesa una mesa redonda, con
un faldón plateado, y una enorme bola de cristal.

CELIA:
Es usted una pitonisa...?

MEDIADOR:
jajajajajajajajajaja
No señorita soy una Chamàn.
Soy alguien que ve más allá.

CELIA:
Mas allá de qué...?
Yo no creo en ese tipo de cosas.

MEDIADOR:
Señorita entonces a que viene...?

CELIA;
Algo sucede en mi casa.
Una sombra, algo, no sabría explicarlo.
Necesito ayuda por eso acudo a usted
como ve, en las notas, habla del "Mediador"
por eso estoy aquí.

MEDIADOR;
Tiene usted miedo de esa sombra...?

CELIA:
No no me asusto facilmente.

MEDIADOR:
Cree en el mal...?

CELIA,
No no creo en el mal
no si se refiere a lo paranormal.

MEDIADOR:
Pero usted ha tenido contacto con
algo sobrenatural.
Si no como explica el suceso...?

CELIA:
Bueno...Me niego a creer lo que he visto.
Pero negar lo que he visto tampoco resuelve nada.
Cuando algo no tiene explicaciòn recurro a los espiritistas.
por eso estoy aquí, ustedes, saben de este tipo de cosas.

MEDIADOR;
Es usted una escéptica una agnóstica.
No cree en nada verdad...?

CELIA;
No sabría que decirle dejé de creer en lo milagroso.
hace tiempo pero como dice un dicho español:
" Yo no creo en las meigas pero haberlas haylas"


7º- CAPITULO


El Mediador llegó a un acuerdo con Celia.
La ayudaria con el espíritu así lo llamaba
"la Chamàn".
La Chamàn se quedó a vivir en casa Celia.
Necesitaba sentir su presencia ver si era
un ser de luz, un espectro, o un alma perdida.
Nada más llegar el Chamàn percibió que aquella
presencia era distinta a otras que habia sentido.
Celia también presentía que aquella sombra era
una sombra singular diferente.

LA CHAMÀN:
No percibo nada intenso en estas cuatro paredes.
Pero siento dos identidades distintas dijo;
Una quiere librarse de la otra y algo no la deja avanzar.
Señorita Celia cuènteme algo de su amiga.

CELIA:
Verá somos personas muy distintas Alba y yo,
Alba era muy temerosa de Dios anduvo tonteando
con la idea de meterse a monja.
Pero su carácter alegre y extrovertido la impedía estar
encerrada entre cuatro paredes y pensó que serviría
mejor a Dios ayudando a causas humanitarias.

LA CHAMÀN;
Entiendo... Vio usted el cuerpo de su amiga.

CELIA:
No confieso que no tuve cuerpo para verlo.
Preferí recordarla como ella era alegre y divertida.

LA CHAMÀN;
Comprendo...Debemos ver el cadáver de su amiga.

CELIA:
Cómo dice...?
Yo no pienso profanar el cementerio.

LA CHAMÀN;
No debería exhumar el cadáver.
Ver en que condiciones se encuentra.
Hàgame caso Celia es lo mejor.

8º- CAPITULO


Celia no estaba muy convencida.
Pero exhumo el cadáver de su amiga.
El asombro fue mayúsculo cuando pudo
ver con sus propios ojos que en aquella caja,
en aquel ataúd, no había nada.

CELIA:
Cómo era posible aquello...?
No salia de su asombro.

LA CHAMÀN:
Me lo imaginaba Celia su amiga
no descansa en paz.
Su amiga es un..."Espíritu errante".
Algo, alguien, la retiene en contra de su voluntad.
Su espíritu busca el camino y algo no la deja avanzar.

CELIA.
No entiendo nada donde está su cuerpo...?

LA CHAMÀN:
No se preocupe de su cuerpo Celia preocùpese
de su alma.
Debemos encontrar su espíritu para encontrar
su cuerpo y devolverle la paz.

Celia enfadada puso una reclamaciòn
en la embajada de Ecuador.
Pensaba que alguien había extraviado el cuerpo
de su amiga. Habían confundido su ataúd con otro.
Sino que explicaciòn poda tener aquel suceso.

9º- CAPITULO
>

Para Celia todo aquello era un sin sentido.
La Chamàn, en cambio, quería volver los pasos
atrás empezar por el principio.
El principio era la casa Heredada devolver
el cofre que nunca debía de haber salido de aquella
casa y buscar en aquel lugar algo que diera luz, claridad,
aquel misterio.
Celia accedió sin mucha convicción no entendía
nada de lo que pasaba. Su único interés era que apareciera
el cadáver de su amiga y enterrarla de forma cristiana.
Como segura estaba que su amiga así lo hubiera querido.

LA CHAMÀN:
Celia donde encontró usted el cofre...?

CELIA;
Debajo de la escalera hay un saliente lo ve..?
Pongase boca abajo y lo verá.

LA CHAMÀN:
Aquí no hay nada está segura...?

CELIA:
Cómo que no hay nada...?

Celia se puso boca abajo y no había forma
de encontrar el saliente.
Allí no había nada buscaròn por toda la casa la
pusieròn patas arriba.
Pero no pudieron encontrar el escondite secreto.
Todo aquello no tenia sentido.
Era la misma casa la que su amiga le dejo en
herencia.

10º- CAPITULO;


Se pusieròn en contacto con el Notario él fue quien puso
al corriente a Celia del cofre y de la casa.
Y fue el Notario quien le dio la llave del cofre.
Despuès de un dia agotador al llegar a la Notaría...

NOTARIO:
Si ustedes dirán...?

Celia le entregó los papeles que el Notario
le dio a la muerte de su amiga.
El Notario los reconoció enseguida.

NOTARIO:
Si digame en que puedo ayudarla...?

CELIA:
Verá usted me entrego esta casa y unas llaves
Se acuerda...?

NOTARIO:
Si, lo recuerdo.

CELIA:
Pues me gustaría saber la historia
de esta casa y como mi amiga se hizo con ella.

El Notario le contó la historia de aquella casa.
Y era curioso pero desde mucho antes que su padre.
También Notario, y del padre de su padre, toda la saga
de la familia honorable de Notarios.
Cada generación anterior a la suya y, la de él mismo.
Siempre donaban aquella casa por herencia algún
heredero que siempre, recibía el regalo
de la casa y las llaves de un cofre.
Pero aquel Notario no pudo darles más información.
Por lo que Celia salio de aquel despacho muy
decepcionada.

LA CHAMÀN:
No desespere Celia encontraremos a su amiga.


CELIA:
Esto me recuerda cuando en la guerra civil
nos escondíamos en los sótanos de cualquier
casa derruida. Oíamos silbar los obús que caían
cerca de nosotras siempre estuvimos cerca de la muerte.
Siempre la muerte fue nuestro caminante silencioso.
Y siempre algo nos salvaba de morir en el último momento.
Me siento perdida, indefensa, ante esta situaciòn.

LA CHAMÀN:
Usted y su amiga vuelven a vivir experiencias
al limite de la razòn pero yo la ayudarè a encontrar
a su amiga. Se lo prometo Celia.

CELIA:

Pero ahora no se si mi amiga està realmente viva
o muerta donde està su cadàver...?
Porque dice que mi amiga y yo volvemos a vivir
experiencias a limite de la razòn...?

LA CHAMÀN:
Presiento que el alma de su amiga anda errante.
Deberà buscar a su amiga dentro de usted en su interior.
Digame Celia que sueña que no la deja dormir....?

CELIA:
No recuerdo nada de lo que sueño.
Cuando me despierto simplemente no recuerdo nada.

LA CHAMÀN:
Estaria dispuesta abrir su mente...?
A comunicarse con los espiritus...?

CELIA:
No creo en nada de eso pero no me importaria
intentarlo con tal de terminar èsta pesadilla

11º- CAPITULO



la Chamàn lo preparo todo para que
Celia se reuniera con su amiga Alba.
La indujo a un sueño profundo con plantas
milenarias de esas que transciende màs allà
del tiempo y de los limites del bien y del mal.
Aquella noche, sin embargo, Celia durmio mejor
que nunca.
Probaròn varias noches màs pero la inducciòn
al sueño mìstico al encuentro con el espiritu
de su amiga Alba no dio su fruto.
La Chamàn contrariada no sabia explicar que
era lo que fallaba nunca le habia pasado algo
igual no podia entender con que fuerzas se
estaba enfrentando.

CELIA:
No se preocupe yo he dormido bien.
Puede que eso sea algo bueno.


.Aquella noche Celia salio al barcòn de
su casa era una noche agradable
la Chaman dormia plàcidamente
recostada sobre el sofà
Ella contemplaba aquella luna llena tan misteriosa
tan inalcanzable.


Al dia siguiente Celia despertaba en su cama.
Se acordaba de todo y quiso contàrselo al Chamàn.

CELIA:
No me va a creer pero ayer la luna me hablò.


LA CHAMÀN;
Si, la creo,por fin se comunicò con su amiga
a travès de los sueños.

CELIA:
No, no fue un sueño, fue real.
Yo la vi, usted estaba durmiendo en el sofà.

LA CHAMÀN:
Celia usted no cree en nada.
De verdad cree que la luna le hablo...?

CELIA:
Era tan real parecia tan real...
Mi amiga me abrazò fue un abrazo sòlido
yo la senti, ella me hablo, no con palabras.
La di el cofre ella se lo llevò al astro sol.
Y allì se fundiò lo hizo desaparecer.
Luego vi aquellas enormes montañas en un pais lejano
Ella estaba alli durmiendo bajo su cima.

LA CHAMÀN:
Si, Celia la entiendo, ha tenido un sueño premonitorio.
Eso era lo que yo queria que se comunicara con su amiga,
ha tardado más de lo habitual pero al final pudo hacerlo.



Para Celia resultaba poco creíble todo aquello que le
estaba pasando, a veces, se despertaba sobresaltada.
Y ponía en tela de juicio su cordura luego, la realidad,
la solida realidad la calmaba y todo volvía a su cauce normal.




LA CHAMÀN:

Los sueños hay que saber interpretarlos a veces parecen sencillos
y no lo son, otras veces parecen tortuosos y son simples.
Y el errar la interpretación es fácil y frecuente.
Usted, es la única que conocía a su amiga usted, es la única
que mediante su intuición puede encontrar el espíritu de Alba


Celia no volvió a soñar con su amiga pero algo en ella
le hacia sentir que la guiaría que le haría volver a encontrarse con ella.
Por eso el primer impulso de Celia fue averiguar en que lugar de Sudamèrica
había estado su amiga Alba, viajar allí, y encontrar aquella montaña.
Así lo hizo y no tardó en reconocer aquel paraje y bajo la falda de la montaña
bajo aquellas enormes moles rocosas encontró el cuerpo de su amiga.
La repatriaciòn del cadáver tuvo algunos problemas debido al error de
identificaciòn pero al fin pudo enterrarla de forma cristiana como ella hubiera
querido.



11º CAPITULO:
>


Celia se sentía más tranquila por fin su amiga descansaba en paz.
Pero el cofre, aquel cofre, no sabia que hacer con él.
La Chamàn había cumplido lo que prometió y solo le quedaba
despedirse de Celia.
Celia le habló del cofre que no sabia como resolver el enigma.
La Chamàn le dijo que eso debía averiguarlo ella, solo ella, podría
encontrar la solución descifrar el misterio porque solo Celia
sabia como era su amiga.
Celia volvió al principio haciendo memoria en su cabeza.
Recordó la casa donde encontró el cofre y volvió de nuevo
a buscar el escondite secreto sin éxito.
Decidió volver de nuevo a su casa y pensar la forma de solucionar el misterio.

CELIA:
Demóstenes donde andas...?

Demóstenes estas ahí...?

De nuevo su gato había salido de cortejo.
Pero Celia presentía algo cuando Demóstenes
salia la sombra entraba y, después de irse el Chamàn
ella,volvió a sentirla aunque no la veía.

CELIA:

¡¡ Sal de ahí !!
Quiero verte...
Se que estas ahí no te escondas...

La sombra salio de forma sinuosa retorcièndose
y gimiendo nunca se había postrado lastimera.
Parecía que sufriera y que se lamentara.
Emitía unas prolongaciones finas y largas como dedos
o uñas que rascaban la pared.
Desde el principio parecía prisionera atrapada en la
oscuridad de su espectro.
Celia la miraba y veía como alargaba y encogía su forma.
Se le ocurrió una forma de atraparla de mandarla
de nuevo a su origen Celia fue por el cofre y se puso al revés
haciendo el pino y recitó aquel verso que cantaba jugando al
escondite cuando era niña...

CELIA:

Busca busca
en el cielo
y en el infierno.
Si no encuentras
lo que buscas.
ponte boca abajo
y comienza de nuevo.


La sombra salio despedida de la pared y se metió
sin vacilar en aquel cofre y cuando Celia se incorporó
lo cerro rápido para que no se saliera.
Al incorporarse y cerrar el Cofre el brillo de su tapa,
el pan de oro, y las incrustaciones de nácar que lo cubría
la transparencia de aquella madera, mudó.
La caja se volvió oscura, de madera antigua, como si
el tiempo, los siglos, hubieran vuelto a forrar aquel cofre
quedando atrapado entre grietas y telarañas.
Y del mismo cofre, la luz, que atrapada lo cubría y
llenaba de transparencias escapó, hullò de allí.

CELIA:

Te atrapé maldita sombra.
No se donde ha ido tu luz , pero tú, sombra
del infierno de este cofre no te escapas..



Celia volvió a llevar el cofre a la casa de donde lo sacó.
Volvió a mirar debajo de la escalera.
Volvió a pronuciar de nuevo los versos.
Se puso de nuevo boca abajo hacièndo el pino.
Y por fin vio de nuevo el saliente.
Donde estaba el escondite secreto.
Metió allí el cofre y dejó la llave dentro.
Salio de aquel lugar y no volvió la vista atrás.
Al llegar a casa....

CELIA:

Demóstenes donde andas...?
Gatito gatito donde estas...?



En casa de Celia la luna llena invadía de luz la habitación.
y ella, desde la ventana, miraba a esa luna fascinante
Algo rozó su cuerpo un haz de luz penetrò dentro de Celia.
Llegó hasta su oído un susurro que se fundió en su mente...

¡¡Gracias Celia, gracias, hermana... !!
Por haberme liberado de la sombra.
Mi cuerpo descansa ahora en paz pero
mi espíritu estaba languideciendo
dentro del cofre, atrapado, en la sombra milenaria.


Después de estas palabras la luz desapareció.
Y Celia despertó dando un respingo que la hizo
incorporarse en la cama como el resorte de un muelle roto
su habitación estaba a oscuras.
Solo una luna llena, redonda, se veia en la ventana.

CELIA:

!! Ah... Cielo Santo!!
Todo ha sido un sueño Alba estas ahí...?
Juraría haber oído la voz de Alba.
Parece que la luna si me ha hablado verdad Alba....?
Celia miró a la luna a través del ventanal la luna centelleaba.
Y en aquel momento, por primera vez, entendió
lo que su amiga Alba, de niña, le decía cuando jugaban.
La luna tiene ojos, boca, y, a veces, algunas veces, también te habla.
Como aquella noche el espíritu de su amiga Alba por fin volaba
libre alrededor de la luna y mañana, el Sol, fundiría la noche.
Para dar paso a la claridad y liberar la luz que permanece en las sombras.
Para que las almas vuelen libres, en la noche, bajo el regazo de luna.

FIN



























































Texto agregado el 08-11-2017, y leído por 65 visitantes. (4 votos)


Lectores Opinan
09-11-2017 Palabras que se reiteran una y otra vez, si lo que querías era emocionar, no se logró. Hacía demasiado ruido la mala redacción. Lo siento. jmgimenez
08-11-2017 +++++ cleptomana
 
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