Poema
EN LOS ESCAÑOS DEL TIEMPO
En los escaños del tiempo:
descansa, reposa, se solaza, se va durmiendo tu ambición.
Por los vericuetos del espíritu y en las gradas de la vida:
se esfuerza, cansa, esfuma, y de a poco se agota tu vigor.
Recuerda que fuiste rebelde y vehemente apasionado.
Para muchos hoy eres solo un viejo
que has perdido tu fuerza y tu valor,
que se te turba la conciencia y se entorpece ya tu andar,
que te atiborras de calmantes que mitigan tu dolor,
que la mente se te nubla y que se sosiega tu pasión.
Pero a pesar de todo, de esto, de aquello y de muchos,
viejo, eres tú, quien puede este mundo recrear.
A pesar de todo eres todavía activo y actor;
participante y participativo; pensante y soñador.
Piensa que eres joven y arrogante, no te eches a morir.
Renueva la esperanza con ardor.
Enseña al niño que será el hombre y el viejo de mañana
Ayuda al joven que desborda con entusiasmo su vigor.
Aconseja al hombre que en las encrucijadas madura.
Levanta al viejo que aún con bríos, igual quiere fenecer.
Dile a todos ellos que debemos dejar de inventar dioses
y crear religiones, so pretexto de matar..
Y que no debemos derribar torres, ni volar trenes,
ni arrasar fronteras, ni hollar países, so pretexto de vivir.
Incúlcales valores que enaltezcan la vida y la amistad
Ayuda a salvar al Hombre y deja que a Dios lo salve el Rey.
Soy tan viejo como tú, pero estoy en el camino,
cansado, encorvado, torpe, pero estoy.
¡Arriba y adelante viejos del mundo,
aún tenemos mucho que hacer!
Incluido en libro: Páginas al viento
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