Miraba las buganvilias.
Llegó el aroma de la vainilla. El grano de café al tostar escapaba de cada casa. La vaina verde desdoblaba en perfume, y la cereza en el comal exhalaba una fragancia que alocaba al corazón. Son mujer y varón. La vainilla cobijando en la intimidad. El café en la mañana es campana, llama a chicos y grandes a compartir la mesa, antes de encontrarse con los quehaceres de la vida.
Pueblo de olores
niebla, flores y piedra.
Suenan campanas.
Texto agregado el 08-11-2017, y leído por 152
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Lectores Opinan
08-11-2017
Es un potpourri de aromas entremezclados que llegan como la btisa
Lo cierras con un bello haikú lleno de fragancias *****
Besos
Victoria 6236013
08-11-2017
Excelente texto de aromas, pueblo y habitantes, hilvanado con gran habilidad.5* mapan