Basado en hechos reales.



_ ¿Como llegaremos al estadio?_ Pregunta el Gordo antes de subirnos al ferrocarril subterráneo.
_ Tendremos que seguir a las personas que tengan la cara pintada_ Respondo sonriendo_ Donde ellos se bajen, nos bajamos también.
Avanzamos con dificultad entre los pasajeros buscando llegar a la parte trasera del vagón; desde allí podremos tranquilamente conversar de música y beber del whisky que llevamos oculto en una mochila.
A esta hora el metro de Santiago se encuentra saturado de viajeros que regresan a sus hogares después de extensas y agotadoras jornadas labores; entre todas las personas hay cierto séquito de individuos vestidos de negro, la mayoría con sus caras maquilladas de demonio, de gato, de lunático, y de niño estrella; aquella activa y animada muchedumbre se dirigen al recital de la banda Kiss en el estadio municipal de la comuna de "La Florida".
Descendemos en la estación Bellavista, creo que caminamos cinco cuadras, no recuerdo bien ibamos demasiado borrachos. Finalmente llegamos a nuestro destino, allí nos encontramos de frente con un mar de color negro constituido por las poleras "rockeras" de cientos entusiastas fanáticos de la banda americana; el gentío inunda completamente las inmediaciones del recinto deportivo y la mayoría de las calles de acceso se encuentran fuertemente custodíadas por fuerzas especieles de carabineros.
_ ¡Huevón cualquier "paco"! (Manera popular de denominar al Policía en Chile)_ El Gordo ríe algo ebrio_ Vamos a tener que darle "el bajo" al whisky de inmediato "la ley" está en todos lados_ Tras la acertada observación tuvimos que terminar de beber apresuradamente el etílico néctar.
Afortunadamente no tenemos problemas para sortear los controles policiales al acercarnos al estadio, el drama se produjo cuando intentábamos dar con alguna de las puerta de ingreso.
_ Solo tenemos boletos para galería y no sé por donde mierda se entra, tendremos que preguntar. Mira gordo yo creo que si vam..._ Sorprendido e interrogante me doy cuenta que estaba solo. Parecía increíble pero mi amigo de ciento veinte kilos se perdió entre la multitud.

_ ¡Hola amiguito! ¿Mucho trabajo la noche de hoy?_ El Gordo pregunta al caballo que monta aquel policía de mirada interrogante.
_ ¡Acá estás! Menos mal que te encontré_ Digo tomándolo del brazo_ Vamos que el concierto va a comenzar_ Trato de alejarlo y pasar desapercibido lo que lógicamente es casi imposible.
_ ¡Pelao mira lo que encontré!_ Balbucea mi compañero ebrio_ Caballito te presento a mi cumpa Pelao; Pelao él es mi amigo el caballito policía_ El Gordo ríe, yo nerviosamente veo al carabinero que solo se limitaba a mirarnos desde la montura del animal.
_ ¡Vamos huevón!_ Tiro de mi cumpa alejándonos lentamente.
_ ¡Alto allí! ¿Para adonde va el par de huevones?_ La voz ronca y autorítaria del policía cae sobre nosotros como si fuese un martillo_ Ustedes dos irán a control de identidad y luego serán derivados a la comisaría_ Hábilmente el policía baja de la cabalgadura sacando de entre sus vestimentas un cuadernillo de partes junto a una pequeña linterna de mano.
Primeramente ilumina mi rostro, yo trato de cambiar la mirada de ebrio (Todo buen borracho sabe que es imposible) luego el oficial guía el haz de luz sobre la cara del Gordo, allí quedó suspendida por algunos segundos.
_ ¿Osvaldo?_ Preguntó el policía súbitamente.
_ ¿Juanito?_ Respondió el Gordo sorprendido.
_ ¿¡Huevón como estás!?_ El semblante del oficial cambia radicalmente_ ¡Tanto tiempo Gordo cabrón!_ Ambos se abrazan como si fuesen viejos amigos_ Mi hermana Jimenita quedó encantada con el pastel que preparaste para su matrimonio_ Relata animadamente el policía_ Te esperó toda la noche para agradecértelo personalmente pero no llegaste nunca_ En este momento debo contar que el Gordo es un reconocido pastelero de la ciudad de Antofagasta.
_ No pude ir huevón, tuve que viajar a Iquique esa misma noche. Pero mándale saludos a Jimenita; Gloria (Una hermosa panameña esposa de Osvaldo) siempre se acuerda de ustedes.
_ De tu parte pues amigo ¿Y que carajos hacen acá?
_ Con el Pelao viajamos a ver a Kiss.
_ Estábamos buscando la entrada para galería_ Digo sonriendo.
_ A mi también me gusta Kiss; tengo un par de credenciales "Todo acceso" nos las regaló la productora que los trajo a Chile; las cédulas son para los carabineros que estuviesen exentos del servicio. Lamentablemente uno enfermó y tuve que cubrir su turno, así que no voy a poder ocuparlas. ¡Te las regalo! así podrán estar en la primera fila del concierto.
_ ¿¡De verdad!?_ Digo emocionado entrometiéndome en la charla.
_ Así es; tomen las tengo acá mismo_ Juanito nos alcanza dos láminas que llevan impreso en uno de los lados el nombre de la banda y en el otro la marca de la bebida cola que auspiciaba el evento. "Full Access" recitaba con grandes letras color negro.
_ Por aquel pasaje a mano derecha encontraran la entrada para cancha vip_ Nos dice el policía antes de volver a montar el caballo_ Y no vayan a estar hablando con algún otro animal par de huevones ebrios_ Ríe despidiéndose.

Cuando las luces del estadio se apagan estamos a solo dos metros del escenario central; la apertura se abalanza sobre nosotros; “Won´t get fooled again” de The who despedaza cada cráneo que sacude sus frondosas cabelleras.
_ ¡Las cagó Gordo no puedo creer que haya pasado todo esto! ¡Mira donde estamos Guatón cabrón!_ Grito con lágrimas en los ojos_ Osvaldo sonrie a mi lado.
_ ¡You wanted the best, and you got it! _La Voz es pregonada por los altavoces que rodean la cancha, se escucha fuertemente por todo el estadio y la inmediata respuesta perfora cada tímpano de los asistentes.
_ ¡The hottest band in the world... KISS!
Esta será la mejor noche de mi vida pienso cuando saltamos con el Gordo cantando “deuce” y la abundante pirotecnia hermosea la calurosa noche santiaguina.