Pasaba todo su tiempo mirando por la ventana, observaba a los vecinos de enfrente, les conocia mas que a ellos mismos, era una familia de cuatro, mamá, papá, hijo e hija, perfectos, tenian un perro llamado Spike y un gato llamado Lolo.
De Lunes a viernes era siempre la misma faena, 6:am salían rumbo a la escuela y el trabajo mientras la mamá les lanzaba besos invisibles por los aires, regresaba a hacer sus deberes, lavando platos, sacando la basura, lavaba ropa y hacia las camas, una que otra vez se daba tiempo para adornar su jardin, los niños regreseban a la 1:pm, llenos de energía felices por estar de vuelta, comian su lunch y se retiraban a hacer sus tareas escolares y a juguetear con sus mascotas, mientras la mamá cosia algunos vestidos y adornos para su hija, a las 5:pm en punto, el papá llegaba del trabajo besando a su mujer y abrazando a sus hijos mientras les entregaba un obsequio sorpresa siempre un detalle pequeño, como algun dulce, que nunca debia comerse antes de la cena, era el retrato perfecto, la familia perfecta con el auto perfecto...
Sabado y Domingo, la cosa cambiaba radicalmente, los niños se iban con la abuela, los padres discutian o se emborrachaban, habia veces que el papá no llegaba a la casa, hubo una vez, que ella miro a un hombre extraño escaparse por la ventana de la habitacion principal, hubo otras veces en que el papá llegaba desaliñado con una botella en la mano, en otras ocaciones se les escuchaba haciendo el amor apasionadamente, incluso una vez lo hicieron en el jardin, que a su vez desprendia un fuerte olor a marihuana... Pero... Nada de esto sabian los niños, pues al regresar los domingos por la noche de la casa de la abuela, todo volvia a ser como de Lunes a Viernes... El retrato perfecto..
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