La violencia no sólo puede mostrarse a través del lenguaje corporal, a golpes, sino también mediante la violencia verbal. Las palabras, y sobre todo, la forma en la que se dicen transmiten agresividad. La violencia verbal se puede mostrar a través de los insultos, los descalificativos personales, las palabras hirientes, medias verdades...

¡Y duelen! ¡Claro que duelen!. Yo diría que mucho más, pues dañan eso que no sabemos donde está, y llamamos "alma". Alma, orgullo, corazón...

"Un arma contra el alma"

Las personas suelen tardar más en darse cuenta que sufren violencia verbal. La huella de dicha violencia no es tan visible como el efecto que produce la violencia física, se acostumbran o conforman.

La observamos primeramente en el colegio, en aquellos partidos de fútbol entre alevines, parejas de novios, casados, familias, trabajo (mobbing)... etc. ¡Es violencia, y de la peor! Se trata de acoso psicológico, asedio, de acorralar, hostigar, infundir miedo, desprecio, odio, desánimo...etc. ¡No debemos permitirlo!.

Hay muchos que van de pacíficos por la vida, acusando a otros de violentos, no quiero señalar, se jactan de ser mejores, pero olvidan la verbal. Se puede ser gilipollas en tres idiomas o más

Una patada, una fuerte entrada en un partido de fútbol duele. Son cosas del directo, de la emoción del momento, un acto impulsivo... pero si encima va acompañada de un insulto a tu señora madre, eso ya es otra cosa. No se pasa el dolor tan fácilmente ¿verdad?

Decía mi madre y con razón:
"Líbrame de las aguas mansas, que de las bravas me libro yo"

Julio Cesar
"Divide y vencerás"

Lograste lo contrario, ciao Puigdemont