Para Luca
Llegué tarde a la vida,
cinco meses después de tu partida,
expulsada y aturdida
me revistieron con otra piel,
me cubrieron con el barro las viejas heridas.
Tuve efímeros rayos de alegría,
una infancia triste y huérfana,
como la tuya, Luca,
tuve pequeños amigos y grandes desvelos,
eternos dolores en éxtasis de recuerdos.
Cuando dolía en tus hombros el mundo
yo era proyección en el cosmos,
no comprendía,
el tiempo era una trascendencia divina.
Cuando tu coma,
cuando tu hermana Claudia,
cuando tus noches en el Einstein,
cuando el sótano de Hurlingham,
cuando las tristezas del alma.
La maldita heroína, el Abasto,
el recuerdo de mamá Cecilia y tus hermanos,
papá Mario y ese carácter que los asemejó en vez de separarlos.
¡Luca!,
resuenas en el ROCK de mi corazón,
dime que "todo irá mejor",
házmelo saber, por favor.
Cincos meses y nuestras almas se entrecruzaron
en el vaivén de la puerta que fue tu salida y mi entrada,
cinco meses y los días adversos encontraron otra aliada,
gracias por no dejarme desamparada,
nunca te fuiste, Tano,
porque llegaste a mi vida
para ser la resistencia de mis afectos clandestinos
y acordes de libertad en el jardín primitivo.
*
(5 meses después: Luca falleció en Diciembre del '87, y yo nací en Mayo del '88). |