Bueno pues, tengo que partir.
Nunca supe si lo estoy haciendo bien
pero siempre ha sido así.
Muchas veces no se trata de lo que se quiere
sino de lo que obliga el camino.

Ya mañana diré ¿dónde están todos?
y para no sentirme sólo
echaré a andar mis pasos
allá donde nadie me espera,
donde ojala alguien me busque.

Aquí dentro de mis ojos están
unas lágrimas que no quieren salir
para no vaciar mi alma,
pero aun así seguiré adelante
porque se que entre las sombras
anda metida la luz que me despertará
para decirme que ya llegué.
Que por fin seré amado para siempre.

Entonces al borde de alguna playa solitaria,
de un rio, de un bosque o una montaña
haré una brillante fogata
donde puedan tostarse mis penas
hasta reventar en alegres pensamientos.
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Solo quería que supieras que no me he ido,
sino que te estoy buscando,
aquí adentro de donde no te has ido nunca,
y donde solo puedes esconderte
para darme la dicha de encontrarte
al comienzo de algún mágico arcoíris.