Se solicita dependiente de módulo; presentar currículum con foto reciente más pretensiones de renta en Importadora y exportadora "Marcos Muñoz" puerta número siete Zona Industrial.
Aprieto fuertemente en una de mis manos el aviso que me diera Gloria la noche anterior y que ella recortara desde la edición impresa del periódico local.
Un suspiro de frustración escapa de mi boca cuando buscando en los bolsillos del pantalón solo encuentro trescientos pesos que pareciera ser todo el dinero que poseo_ Ahora si estoy hundido en la pobreza extrema_ Rio con sarcasmo.
"Valor del pasaje, cuatrocientos setenta pesos" dicta un pequeño cartel que cuelga en el parabrisas de uno de los microbuses; lógicamente las escasas monedas no alcanzan para pagar el boleto y como necesito urgentemente encontrar trabajo decido ir caminando a la Zona industrial. Sé que está relativamente cerca y si mis cálculos son precisos estaré a unas siete manzanas de distancia; pero hay algo que debo contarles; para llegar a mi destino debo cruzar por uno de los distritos más peligrosos de la ciudad.
Recuerdo a Gloria contándome una vieja historia que ronda por aquél lugar, una serie de relatos que suelen narran las ancianas que alimentan palomas en las plazas.
_ Jorge ese sitio está maldito_ Recita mi novia poniéndose demasiado seria cuando habla de ello_ Quienes osan a entrar salen con vida, pero lo hacen con locura y sangre en sus manos_ Así dicta la leyenda urbana_ Digo riendo_ No es una leyenda, es una verdad_ Responde Gloria, a veces debo creerle pues descendiente en forma directa de Tehualda una de las pitonisas mas poderosas de las tribus que habitan la selva de Chincha.
Lo que limitará mis movimientos es la excesiva violencia en la cual ha caído una de las poblaciones más antiguas de la ciudad, este territorio está bajo una incontrolable ola de asaltos, robos, y los más diversos delitos, que han hecho de este sector un sitio muy temido para el resto de la población. Los disparos están "a la orden del día" generalmente ocasionados por dos grandes bandas rivales, una de ellas dedicadas al narcotráfico, la otra es una extraña agrupación que llegara de la selva amazónica, una secta adoradora de un dios que ocaciona locura a sus detractores, deidad maléfica de nombre Ate; todo esto ha hecho que internarse por dicha comunidad sea literalmente un acto suicida.
_ ¿Pero que me van a robar?_ Medito antes de ingresar por los estrechos pasajes_ ¿Los currículums?_ Río de lo tonto que suena_ ¡A la mierda necesito encontrar laburo!_ Con paso firme me interno sin pensarlos dos veces; lentamente soy engullido por las fauces de aquel perversa población..
_ ¡Hola Papí! ¿buscas compañía? ¿Te quieres divertir?_ Pregunta coquetamente una delgadisima prostituta único vestigio de vida dentro de una casona de madera. Trata de sonreír y un fuerte hálito a licor barato es expulsado de entre las pocas piezas dentales que conserva. Imprevistamente se avalanza sobre mí abrazándome y besando a la fuerza mi cuello, yo retrocedo rápidamente y ambos casi caemos de espaldas al trastabillar con una roca.
_ No gracias, solo estoy de paso_ Respondo sacando mi pañuelo para limpiar la grasienta y carmesí marca del lápiz labial que quedase grabada a fuego sobre mi garganta.
_ ¿Que pasa Papito no te gustó mijita?_ Pregunta aquel hombre de piel morena que inesperadamente sale de la casona; estoy seguro que se trata de su "Dealer", es un siniestro personaje poseedor de un notorio acento centroamericano_ ¿Quizás andas buscando Cripy? (Marihuana colombiana) Tengo unos papelillos a buen precio.
_ No muchas gracias, solo estoy de paso voy a la Zona Industrial_ Sonrío nerviosamente retrocediendo.
_ ¡No molestes a mis "gatitas" entonces cabrón y sal de aquí!_ Es justo en este momento cuando esta aventura sufrirá un giro inesperado. Con algo de molestia el misterioso personaje extrae de uno de sus bolsillos una especie de cascabel adornado con plumas negras de buitre; y agitándolo vigorosamente cerca de mi rostro recita unas extrañas palabras en un incomprensible lenguaje, sus ojos se tornaron color rojo y la prostituta reía como una lunática mostrando esas repugnantes, despobladas y rojizas encías. Pasado algunos segundos ambos me miran en forma despreciativa alejándose en pos de sus propios asuntos.
Al marcharme me doy cuenta que la prostituta me robó las monedas que tenía en mi bolsilo_ ¡Hija de puta!_ ¿Que demonios debía hacer? ¿Devolverme y reclamar el dinero? Lo único que podía pensar era salir lo más rápido que pudiese de ese maldito lugar.
Ya voy por la mitad de la ruta, lo sé con seguridad; pues acabo de llegar al único cruce que hay en las cercanías. La intersección es delimitada por un semáforo que da la bienvenida a los grandes galpones de la zona industrial. El color rojo predomina el dispositivo indicándome que debo detenerme; es un flujo importante de automóviles por ende una intersección de cuidado. Miraba con mucha atención varios maniquíes que adornaban una pequeña tienda de ropa situada en la acera de al frente, cuando pasó lo que pasó.
Un muchacho de no más de veinte años cruza inesperadamente la calzada; llevaba un extravagante corte de cabello muy similar al del jugador de fútbol Arturo Vidal, su ropa destacaba por ser excesivamentes anchas y de vistosas marcas deportivas. No sé de dónde habrá salido pero cruzó la calle con luz roja sin mirar a los vehículos que se acercaban peligrosamente.
_ ¡Mira la luz del semáforo pendejo conchatumadre!_ El grito vino acompañado de fuertes chirridos causados por las rápidas frenadas de varios automóviles. Un iracundo chofer que manejaba uno de los vehículos involucrados vociferaba fuera de sí_ ¿¡Quieres morir cabrón!?_ Por poco se produce una múltiple colisión ante la irresponsabilidad del adolescente.
_ ¿¡Que te pasa hijo de puta!?_ Responde el pendejo enfurecido_ ¡Yo cruzo por donde se me para el culo!_ Dijo antes de sacar un arma de fuego desde sus vestimentas, de allí todo fue confusión. Recuerdo haberme tirado al suelo cuando comenzaron los disparos, desde mi posición pude observar como el conductor en menos que canta un gallo sacaba un revolver que usó de inmediato, pero el pendejo era diestro y no solo logró esquivar los proyectiles, si no también alcanzó a responer las descargas encajando dos impactos de bala en el pecho del hombre quién murió en forma instantánea.
Pasado algunos segundos levanté mi rostro pudiendo ver que un gran riachuelo de sangre se desprendía del cuerpo de la malograda víctima, aquel macabro rio bajaba por una leve inclinación de la calzada entintando de color rojo mis curriculums que en medio de la confusión había soltado y fueron a dar un par de metros más allá_ ¡Viejo cabrón mira como has manchado mis papeles!_ Grito pateando con todas mis fuerzas el inerte cuerpo del pobre desgraciado_ ¡Seguramente tu me darás trabajo hijo de puta!_ Debo admitir que estaba fuera de control_ ¡Además me robaron las pocas monedas que tenía, ¿de donde sacaré dinero para mas copias!?_No me di cuenta de cuando ni de como llegó la policía_ ¡Levántate muerto hijo de puta y págame los currículums!_ Entre cinco agentes de la ley trataban de controlarme y subirme al furgón policial_ ¡Quiero mis curriculums conchasumadre!_ Seguía golpeando al muerto_ ¡Levántate cabrón y págame las hojas que manchaste!
Gloria me visita los días viernes de nueve a doce del día; el psiquiatra de la institución le ha informado que tengo un cuadro severo de trastorno por estrés postraumático (TPPT) sumado a una perturbación de ansiedad, depresión; y una grave disociación de la realidad. Pero ella y yo sabemos que fue algún tipo de maldición que me arrojó el "Dealer" del prostíbulo.
Pasado algunos días supe que salí a buscar empleo y estuve desaparecido cerca de dos semanas, Gloria dejó constancia por presunta desgracia en la comisaria y la policía me buscó durante todo ese tiempo, pero nadie sabe en donde andaba, de hecho ni siquiera yo lo sé. Lo más raro de todo esto es ¿Que ocasionaría que me vistiera de esa forma? No recuerdo en que momento cambié mis vestimentas, no suelo usar ropa tan ancha, ni deportiva. Además tampoco recuerdo en que momento me corte el cabello de esa ridícula manera. Y lo más extraño es ¿De donde carajos saqué la pistola?
La fiscalía me sentenció a diez años por asesinato a sangre fría de aquel conductor desconocido quien resultó ser el lider de la banda de los narcotráficantes. Cumplo la condena en el hospital psiquiátrico.
_ ¡Fueron ustedes dos! ¿¡Que mierda me hicieron!? !Yo no asesiné a nadie!_ Grité atrás de los barrotes cuando vi llegar a Gloria. Esta vez no esta sola; viene de la mano con su amante. Mi novia hábilmente me engañaba con un hombre de píel morena, aquel "Dealer" de la prostituta que le faltaban los dientes_ ¿!Fue el beso verdad!?... ¿!Que mierda de alucinógeno tenía el lápiz labial de la puta!?_ ¡Yo no soy un asesino! ¿¡Que me hicieron par de conchasumadres!?¡Ustedes me drogaron y usaron para quedarse con el territorio ¿Verdad?!_ Mis gritos se apagan cuando el misterioso personaje extrae de uno de sus bolsillos una especie de cascabel adornado con plumas negras de buitre y agitándolo vigorosamente frente a mi rostro recita unas palabras en un extraño e incomprensible lenguaje, sus ojos se tornan color rojo y Gloria a su lado ríe como una lunática.
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