Presentado en el último foro "Escribe un cuento en base a una imagen propuesta" (La llama de un encendedor).
La llama
Cuando Leo salió del casino se apuró a encender un pucho. La luz del encendedor iluminó su cara, antes crispada, que delataba ahora su deleite ante las sensuales volutas de humo. Respiró profundamente mientras pensaba.
Había sido una noche de riesgo y astucia. En sus años de jugador empedernido nunca se había atrevido a tales jugadas y no podía creer en su buena suerte, después de haber arriesgado todo lo que le quedaba, y un poco más… (El Negro le había prestado unos pesos, que había quedado en devolverle).
-Te devuelvo la plata –le había dicho desfajando el dinero que había escondido en una media.
El negro se quedó esperando algo más, pero no dijo nada. Conocía más que nadie a su amigo y los dos se ayudaban mutuamente cuanto podían. Compartían una aplicación de alerta en sus teléfonos celulares que, en el caso de una sospecha de agresión, con solo pulsarlo, se avisarían para llamar al Sistema de Emergencias 911.
-¿No pensarás volver a tu casa en taxi? –se preocupó el Negro. -¡Esos tipos tienen un olfato!
Convencido, Leo se ha lanzado apresuradamente por el largo y oscuro callejón que lo conduce a su casa. Tiene miedo, y escucha sus propios pasos conteniendo la respiración.
Lleva ambas manos en los bolsillos: con la derecha aprieta su celular, para activarlo ante una supuesta emergencia; con la otra sostiene el encendedor, que siempre tiene a mano.
En la oscuridad distingue la sombra de un individuo que avanza hacia él. Entonces, aterrorizado, atina a pulsar el botón de su celular. Como una réplica, suena la alarma en el teléfono de su inminente agresor.
Confundido, extrae su encendedor y lo activa repetidas veces mientras se le hiela la sangre.
La llama ha hecho brillar el filo del cuchillo de su mejor amigo. |