Hay ocasiones que las personas
somos simplemente jugadores
que todos formamos parte
del juego amoroso de la vida
y que cada uno vive
su propio juego amoroso
sin saber o sabiendo
pero igual entramos a la partida.

Y lo tomamos así como un juego
y todos los demás son juguetes
porque según a nuestro parecer
esa es la manera que nos conviene
para evitar salir heridos.

Pero aunque uno no quiera
el juego siempre termina
y sin querer uno se convierte
en el juguete a la espera del niño
que lo boto para que vuelva jugar
y siempre aunque sea un poco
pero uno sale herido es que
esas cosas no se pueden evitar
haga lo que se haga.

Porque igual somos personas
y aunque algunos no lo acepten
es parte de nuestra naturaleza
utilizar y ser utilizado
y querer un poco a ese alguien
así sea bueno o malo porque
siempre las personas se hacen querer.

Aunque uno no sepa si lo quisieron
o si se esta haciendo extrañar
solo se sabe que duele un poco
que se extraña mucho
que aunque cueste aceptarlo
se quiere un poco al que te utiliza
porque el juego termino
los jugadores se retiraron
se fueron, se alejaron
y solo queda esperar a que
el tiempo siga su curso.