ENIGMAS DEL UNIVERSO
Cecilia dormía plácidamente cuando una leve brisa ondulada la despertó del futuro de ayer, se sentó al borde de la cama, se espabilo y bostezó liberando la energía acumulada, ya para esos momentos las nubes nuevamente habían aspirado y absorbido las gotas de rocío. Se metió a duchar, y al salir de la ducha preparó una infusión de té y un ligero desayuno, donde el exquisito aroma del té flotaba densamente en el aire,
Pasadas las horas, Cecilia pasó a la sala, donde reposa una biblioteca con un volumen de libros sobre el universo y sus enigmas, tomó uno de ellos en sus manos, lo ojeaba cuando sorpresivamente escucho un leve toque a su puerta y se apresuró abrir, y allí frente a ella estaba su amigo Isaac, físico y astrónomo, se miraron y se saludaron efusivamente como que hubiesen pasado siglos sin verse, ella lo mando a pasar y se sentaron en el salón de estar e iniciaron una agradable conversación, ella le preguntó sobre los últimos acontecimientos de la astronomía, pues ella lo conocía muy bien y sabia que todo su mundo estaba lleno de formulas, esparcidas por todas partes; cuando él empezó a contarle ella se estremeció de entusiasmo, su voz era grave y profunda y sus palabras se desencadenaban con el poder de la elocuencia, Hablaban animadamente cuando un fogonazo en el cielo alumbró, era como que en ese momento el espacio-tiempo había sido distorsionado por la gravitación de neutrinos que habían cohesionado a dos estrellas, haciéndose polvo de oro, Iban hablar sobre ese interesante enigma cuando él desapareció misteriosamente dejando una caratula en letras doradas que decían: “EL NACIMIENTO DE LA NUEVA ERA DE LA ASTRONOMIA”, Ella quedo impresionada y pensó que el espacio-tiempo juega con el eje de la vida dejándose llevar por una impredecible brújula.
F I N
Cuento de ciencia ficción por:
Maite Katiuska Moreno
19-10-2017
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